A vengar a Battiston

En 1982, en pleno Mundial celebrado en España, iba a ocurrir un acontecimiento que aún se sigue recordando en el país vecino a la Península Ibérica. Las semifinales nos depararon un precioso encuentro entre la Alemania Federal y la selección francesa. Los galos se preludiaban algo más favoritos por nombre y por trascendencia en los últimos años. Por otro lado, Alemania Federal tenía sus esperanzas en derrotar a una Francia, que venía liderada por Platini y su gran torneo.
El Sánchez Pizjuán vivió uno de sus mayores llenos. Prácticamente 70.000 espectadores llenaron el estadio para ver un auténtico partidazo. En el minuto 62′, y, con 1-1 en el marcador, un pelotazo bombeado coloca a Battiston, delantero del Saint Étienne, sólo ante Schumacher. Lo que nos sorprende es la posterior mala definición del delantero francés, que dispara con la rodilla y fuera. Segundos después, cae desplomado en el terreno de juego y la leche parece seria. No se inmuta y cuando el árbitro se preocupa por él, llama rápido a las asistencias. No va a seguir en el partido.
Schumacher golpea a Battiston. Foto: Marca.
La repetición de la jugada nos saca de dudas: Schumacher ha salido con todo a por la pelota y fuera del área, pega un salto que firmaría Bruce Lee y golpea a Battiston en la cara, que obviamente, en el impacto, tan bestial como las consecuencias después del golpe, no puede evitarlo y cae. Cae y sufre una conmoción cerebral, rotura de una vértebra y dos dientes rotos. Para más inri, el árbitro de aquel encuentro, el holandés Cover, ni siquiera pitó la falta y obviamente, Schumacher continuó en el partido tan tranquilo.
“Pensé que llegaba al balón, pero Battiston llegó un segundo antes. Salté sin saber dónde estaba el balón, con las rodillas de frente, pero me giré y le di con la cadera. Veinticinco años después haría lo mismo. Estaba seguro de que llegaba. Sí cambiaría lo que hice mientras Patrick estaba tumbado inconsciente. Volví a mi portería y jugué con el balón porque tenía miedo» recordó el portero alemán después, quien ya está perdonado por Battiston, aunque con 28 años de retraso.
Poco después del encontronazo con Battiston, Schumacher se erigió como un héroe de aquel partido. Schumacher no sólo provocó la lesión de Battiston, sino que después, Alemania remontaría un 1-3 a Francia en la prórroga y, ya en la tanda de penaltis, Schumacher detuvo dos penaltis decisivos para que los germanos pasaran a la final de aquel Mundial, que tanto anheló Francia, de lo cerca que lo tuvo. Schumacher se convertiría en héroe nacional y en enemigo público en Francia. De hecho, L’Equipe sacó una encuesta pocos días después, de manera irónica, preguntando si odiaban más al portero que a Hitler, y salió positivo en favor del futbolista. «Fui el enemigo público número uno. Recibí amenazas de muerte, tuve guardaespaldas, amenazaron con secuestrar a mis hijos y matarlos».
Battiston perdonó a Schumacher años después, algo que dice mucho de la deportividad de un delantero que todavía sigue afirmando que si hubiera seguido en el partido, Francia se habría clasificado para la final de aquel torneo. Ahora, vuelve 28 años después uno de los partidos con más morbo del fútbol. No sólo por lo de Battiston, sino por lo fuerte que han sido los enfrentamientos entre ambos países en las dos guerras Mundiales, con el conflicto Alsacia-Lorena y con la amenaza de Hitler, que invadió el país en apenas dos semanas.
Francia quiere vengar a Battiston y clasificarse a unas semifinales de un Mundial 8 años después, en la que precisamente, disputó el Mundial en suelo teutón y acabó sucumbiendo en la final ante Italia. Pero el fútbol es venganza, y Battiston querrá que su país lo vengue, en lo que se presenta como el partido de más tensión de todo el torneo.