Ajax 1-1 PSG: Los parisinos se dejan comer la tostada

El PSG tenía que ganar este partido, porque era superior y lo sabía. Pero los de Blanc jugaron con desgana y faltos de ritmo, perdonando las ocasiones que la floja defensa del Ajax le brindaba.

A los galos no le hizo falta pisar el acelerador para adelantarse en el luminoso. Salvando un susto en el primer minuto, en el que Sirigu a punto estuvo de perder el cuero ante la presión holandesa, apenas sufrieron los parisinos. Se hicieron con el balón y marcaron un ritmo soporífero, tanto que a los quince minutos Boilesen se durmió, regalándole la posesión a Lucas. El brasileño la dejó atrás para Ibrahimovic, que se encontró con el pie del zaguero, pero el rechace fue a un Cavani que no falló.

A partir de ahí, los de Blanc entraron en una especie de conformismo sin sentido. Ante un rival que no estaba ofreciendo nada y con evidentes carencias defensivas, la sensación era que el PSG podía sentencia el choque  apretando un poquito. Pero no quiso. Los galos parecían estar esperando que el segundo llegase igual que el primero, casi sin buscarlo.

A punto estuvo el Ajax de darle la razón cuando, justo tras la reanudación, Moisander perdió el balón siendo el último defensa y dejó a Lucas mano a mano con Cillessen. El brasileño no acertó a tirar entre palos, mandando al limbo así la primera ocasión clara de matar el partido. Los locales intentaron abrirse un poco más, pero lo único que conseguían era dejar espacio atrás para que los parisinos jugasen. Ibrahimovic en dos ocasiones, un Lucas muy activo en otra, y Marquinhos en un remate franco de cabeza, no lograron materializar las oportunidades que se les presentaron para poner distancia de por medio.

Para redondear un mal escenario, el Ajax empató en la primera que tuvo. Schöne de falta directa aprovechó un triple error de Sirigu para poner el esférico en la red. El guardameta italiano colocó mal la barrera, se centró en la portería y finalmente puso blandita la mano. El devenir del partido había cambiado, pero solo se enteraron los locales.

Durante bastantes minutos el encuentro del PSG estuvo marcado por la pasividad. Pasividad en el césped y en el banquillo. No fue hasta el minuto 80 que Blanc dio entrada a Pastore y Lavezzi, cuando el Ajax ya había dispuesto de una ocasión para darle la vuelta al luminoso con un tiro al palo de Schöne.

Los últimos minutos fueron un absoluto despropósito. El PSG acabó encerrado en propia área, sin ser capaz de mantener la posesión diez segundos, pidiendo la hora.