Cuando el Lyon comenzó el año 2014 se encontraba mucho más cerca de posiciones que descenso que de puestos europeos. La temporada del equipo y su decepcionante inicio lo colocaron como el peor del siglo, y eso que llevamos ya catorce años en el XXI. El Lyon antes era un equipo que dominaba a sus rivales, los machacaba y se colocaba entre los ocho mejores equipos de Europa temporada tras temporada. Las siete ligas consecutivas y el espectacular proyecto que armó Jean-Michel Aulas hicieron que la escuadra de Rodano fuera temida en Europa por el propio Real Madrid.

La crisis que ha afectado al equipo ha provocado que el Lyon sólo haya ganado un título en los últimos cinco años (Una Coupe de France en 2010 ante un equipo de Tercera división francesa).  Aulas decidió no volver a fichar más jugadores y comenzó a renovar el proyecto con jugadores de la cantera. Los Grénier, Gonalons, Umtiti y compañía han sido las mejores noticias para un equipo que ya no tiene que ver nada con el que ganó en su día 14 títulos en siete años.

El 2014 ha sido un punto de inflexión para el Lyon en general. Rémi Garde, acusado de ser un entrenador muy defensivo ha encontrado por fin un esquema idóneo para el equipo. Del 4-3-3 que tantas complicaciones daba a principios de temporada ha comenzado a colocar a Lacazette de ‘9’, y a juntar a Grénier y Gourcuff con libertad en segunda línea. Esto ha provocado que el Lyon sea un equipo muy sólido y letal a la contra, donde siempre tiene ayudas constantes de los laterales, sobre todo de Bedimo en la izquierda. Prueba de la mejoría del Lyon son los 8 partidos que ha ganado de 9 disputados en este inicio de temporada, sólo perdiendo ante el Rennes y sin Gourcuff, un jugador tan inconstante que parece que ha dado síntomas de haber vuelto a su mejor nivel en este año que sólo lleva dos meses.

Tras ganar por 1-2 en La Beaujoure, uno de los campos más complicados de esta temporada en la Ligue 1, el Lyon se ha colocado por primera vez en la temporada a cuatro puntos de puestos europeos. Aunque eso sí, el equipo de Garde está prácticamente clasificado para la próxima Europa League por haberse clasificado para la final de la Coupe de la Ligue, donde jugará ante el PSG, equipo que tiene casi sellada su clasificación en la Champions vía Ligue 1. En términos generales, el Lyon está vivo tanto en la Coupe de la Ligue como en la Coupe de France y en Ligue 1 está muy cerca de posiciones europeas, algo que a principios de temporada nadie podía imaginar debido a sus limitaciones deportivas y económicas.