El malestar de Ferreira-Carrasco

Con tan sólo 20 años y una buena primera parte de temporada, Yannick Ferreira-Carrasco ha desaparecido por completo del once de Ranieri.

A principios de temporada sólo veíamos al belga. Ya fuese en la banda izquierda o derecha del 4-4-2 establecido por Ranieri, Yannick Ferreira-Carrasco se divertía con las defensas de Ligue 1. Una categoría que descubría por primera vez pero en la que no tardó en tener buenas sensaciones. Eran otros tiempos, cuando James Rodriguez se sentaba en el banquillo a cada partido. Una época en la que se anunciaba que Ferreira-Carrasco podría ser el invitado sorpresa de la lista belga para el Mundial de Brasil. Aquellos tiempos ya se han acabado.

Internacional Sub-21 con Bélgica, Ferreira-Carrasco ya no forma parte de las prioridades de Ranieri. En lo que vamos de año, el belga ha jugado tan sólo 24 minutos en Ligue 1 y ha sido titular dos veces en Copa de Francia. La última vez fue el 12 de febrero. Desde aquella fecha, no se ha visto más al jugador en un terreno de Ligue 1. En cada convocatoria Ranieri acaba mandando al jugador a las gradas. Hace poco el míster seguía diciendo que lo consideraba un poco como su hijo…

El italiano dijo que iba a darle una nueva oportunidad ante Lyon, Lille o Lens, pero al final no cumplió con su promesa. Y es que ahora el entrenador prefiere a un jugador como Nabil Dirar con un actitud más profesional.

Los problemas para Ferreira-Carrasco remontan a diciembre. Los dirigentes monegascos, satisfechos con el rendimiento del jugador, ofreciron al belga prorrogar su contrato con un aumento significativo de sueldo. El jugador no quedó satisfecho con lo que le proponía el club. Además decidió cambiar de agente convencido de que se merecía más.

Desde entonces, el jugador sigue los partidos desde las gradas del Louis II o por la tele. Una lástima para un talento que había impresionado en el último derbi entre Mónaco y Niza, con un gol y una asistencia. Sólo que se trataba de un partido de CFA.

Dentro de una año el jugador acaba contrato y parece estar en un callejón sin salida. Si quiere irse este verano sabe que el Mónaco no le hará ningún regalo y en Francia son pocos los pretendientes que puedan ofrecerle el sueldo que pretende.