El republicano español que goleó en Niza
Volvemos a echar la vista atrás, muy atrás, para recordar a uno de los grandes goleadores de la historia de España, que por causas bélicas tuvo que emigrar al país vecino a buscarse la vida. Hablamos de Joaquín Valle Benitez, máximo goleador de la historia del OGC Nice.
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria el 18 de abri de 1916, Joaquín Valle pronto tendría que dejar su tierra natal para emigrar a la península. Su padre y por aquel entonces alcalde de Las Palmas, Bernardino Valle, conseguiría un escaño en el Congreso de los Diputados en las elecciones a Cortes Constituyentes, tras la proclamación de la Segunda República en 1931.
Durante su estancia en Madrid, aprovechó el beneficio económico de su hermano Luis, que jugaba en el Real Madrid y en la selección española, para sufragarse la carrera de derecho. Al estallar la Guerra Civil, la familia Benítez tiene que trasladarse a Francia ante la llegada del régimen dictatorial y la condición republicana de su patriarca.
En verano de 1937, ambos hermanos ficharían por el OGC Nice, donde se encontrarían con dos grandes iconos del fútbol español como son Ricardo Zamora y José Samitier, quienes también permanecían exiliados a causa de la Guerra Civil.
Los registros goleadores del “abogado” Joaquín Valle fueron extraordinarios. Como delantero en el OGC Nice anotó 339 goles en 407 partidos. En Division 2 anotó 89 goles en 112 partidos, un registro que se vio aumentado tras el periodo de la Segunda Guerra Mundial, donde en 117 encuentros marcaría 97 goles en la por aquel entonces llamada Division 1 Sur. Además, en la Copa de Francia conseguiría 25 goles en 35 partidos y en amistosos 128 tantos en 143 contiendas disputadas. 1.2 goles por encuentro, lo que le convierten el máximo goleador de la historia de un club centenario como es el OGC Nice. En 1948 abandonaría la disciplina del cuadro mediterráneo habiendo conseguido el ascenso de categoría en esa misma temporada.
El nombre de Joaquín Valle Benítez seguirá escrito con letras de oro en los anales de la historia del fútbol francés, esperemos que durante mucho tiempo, ya que la maldita Guerra Civil ni siquiera pudo borrarlo.
