Esta semana podría estar marcada por un nuevo episodio mortal en la dolorosa historia del fútbol en Valenciennes. Salvo un milagro de último minuto, el Presidente, Jean-Raymond Legrand, debería declarar en quiebra al club de Valenciennes ante el Tribunal de Comercio, lo que significaría la liquidación de la estructura profesional y el descenso al nivel amateur de CFA 2. Sin embargo, tras pasar por la DNCG,  ésta les ha ampliado el plazo hasta el día 25 de junio, por lo que podrán buscar inversor durante estos próximos siete días.

La culpa la tiene uno de los inversores que ha dado marcha atrás en el último momento. «Contábamos con ese dinero. Hoy es el último día para obtener el documento y presentar garantías. Si no tenemos una respuesta, no me quedará más remedio que abandonar», dijo Jean-Raymond Legrand. El hombre ya decidió no inyectar más dinero después de haberse gastado más de 13 millones de euros de su fortuna personal. Mientras tanto, los salarios del mes de mayo siguen sin ser pagados y es probable que la justicia intervenga cuanto antes.

El Presidente ha convocado hoy una asamblea extraordinaria para intentar salvar el club. Entre las diferentes opciones, la más interesante y segura sería la venta del centro de entrenamiento y de formación a la agrupación de ciudades llamada ‘Valenciennes Métropole’.

Veinte años después de una terrible caída tras el caso de amaño entre VA y Marsella en 1993, el Valenciennes se encuentra de nuevo al borde del abismo. La historia del Valenciennes hace recordar lo que sucedió hace poco con el Le Mans.

En Le Mans, el caso fue muy parecido al del Valenciennes. La Metrópoli estudió la posibilidad de comprar el centro de formación y de entrenamiento cuando el Club se encontraba con dificultades financieras (déficit de 7.000.000€) a principios de 2013. La ciudad quería comprarlo por 2.000.000€ y luego alquilar el complejo por unos 170,000 € al año durante quince años. Una buena manera para que la Metrópoli no pierda dinero y recupere lo que se hubiera gastado. Pero en el último momento, los concejales de la Metrópoli añadieron una condición al momento de concluir la venta: la operación financiera se haría efectiva si el Club llegase a salvarse desde un punto de vista financiero.

No fue el caso y el Ayuntamiento sólo compró, mucho más tarde, una parte del complejo. Le Mans FC presentó al final un déficit de casi 15 millones de euros.

Hoy en día, a nivel deportivo, el Le Mans accede a la CFA 2 pero el centro de entrenamiento y de formación permanecen vacíos. El Ayuntamiento sigue compensando al gerente del estadio (Le Mans Stadium), los beneficios perdidos por la ausencia de inquilino. Se trata de un importe cerca de dos millones de euros por año.

Equipos como Sedan, Estrasburgo o Toulón también conocieron un trágico destino con la declaración en quiebra del equipo profesional.