Esas cenicientas que marcaron la Copa de Francia

A medida que nos acercamos a las semifinales de la Copa de Francia, es la oportunidad perfecta para mirar hacia atrás y recordar algunas campañas de modestos equipos que llegaron lejos en ese torneo. Esta temporada son más de 7656 equipos que participaron a la Copa. También vale la pena recordar que sólo dos equipos que no jugaban en primera  lograron ganar la Copa de Francia: Le Havre (Ligue 2 en 1959) y Guingamp (Ligue 2 en 2009). El torneo ofrece a veces duelo desigual en el papel entre los clubes profesionales y los demás modestos equipos. Pero en la batalla entre David y Goliat, el más fuerte no mueren cada vez. Esa es la magia de este evento.

El Caso Quevilly

La campaña de Quevilly en 2012 ha sido muy singular por muchas razones. En primer lugar porque no fue la primera vez que el equipo de la ciudad de 26.000 almas fue lejos en la competición. Finalistas en 1927 ante el Olympique de Marsella (0-3), el Quevilly ya alcanzó las semifinales en el 2010. Los jugadores normandos habían jugado diez partidos, incluyendo tres victorias contra equipos profesionales como Angers (L2), Rennes (L1) y Boulogne (L1).  pero finalmente fueron cruelmente eliminados por el PSG (1-0) en semifinales.

Un año más tarde,  el Quevilly asciende al National.

En la temporada 2011/12 empezó una nueva campaña de Copa de Francia. Después de clasificarse más o menos fácilmente en las primeras rondas frente a equipos que jugaban en categorías inferiores, Quevilly eliminó a Angers (L2) y Orleans (National). En un partidazo loco, el modesto Quevilly elimina al grande OM en las prórrogas y se clasifica para las semifinales.

Ante el Rennes en el Estadio d’Ornano de Caen se viviría un partido lleno de nervios y tensiones: los hombres de Régis Brouard arrancaron la clasificación en el descuento del partido (90 +3). Una victoria que abriría las puertas del Estadio de France. Desgraciadamente, Quevilly no logró levantar la Copa y fue derrotado (1-0) por el Olympique Lyonnais.

El caso Chambéry

El año anterior, Chambéry tuvo una actuación poco convencional. El equipo de CFA2 (quinto categoría), tuvo que pasar seis rondas antes de llegar a los 1/32 de final. Alcanzar esa ronda es ya una gran satisfacción, sobre todo cuando el oponente se llama Mónaco. Y lo inimaginable sucedió. Después de empatar en el tiempo reglamentario y en la prórroga (1-1), el Chambery eliminó al Mónaco en la tanda de penaltis (3-2).

La misma cosa se iba a producir el los 1/16 de final. Frente a otro equipo de Ligue 1, el Brest, Chambéry se clasificaría en la tanda de penaltis (1-1, 4-3 tab).

Y como dice el refrán, no hay dos sin tres, y le tocó el turno al Sochaux. Esta vez los profesionales cayeron en el partido (2-1), después de haber concedido el primer gol antes del descanso. Desafortunadamente, todas las series se acaban un día u otro. Tras haber eliminado a tres equipos de Ligue 1 en el plazo de un mes, Chambery jugaría su décimo partido de Copa en el Estadio de los Alpes en Grenoble que se llenó por completo. Chambéry se inclinaría ante Angers (Ligue 2) por 3-0.

El caso Calais

Entre las imágenes más impactantes y emocionantes del torneo, hay aquella de Michael Landreau, capitán del FC Nantes, levantado el trofeo con Reginald Becque, capitán de Calais. Fue durante la campaña del 2000. El Calais, equipo de CFA, había hecho un campaña casi perfecta. Una aventura que comenzó en la cuarta ronda con un partido ganado 10-0 ante Campagne-lès-Hedin. El Calais pasó las rondas una tras otra eliminando a equipos regionales pero también a otros que militaban en Ligue 2 en esa época como podía ser el Lille o el Cannes. Calais acumuló hazañas. El 18 marzo del 2000, el equipo del norte crearía la sensación en los cuartos de final dejando fuera al Estrasburgo que entonces militaba en la élite del fútbol francés (2-1). Dos semanas más tarde, el Calais haría otra víctima: el Burdeos con un derrota 3-1 en la prórroga, en un estadio Bollaert de Lens con más de 40.000 espectadores. Sin complejos, el Calais hizo una grande campaña. La final se jugó el 7 mayo del 2000 contra el FC Nantes y especialmente en un Estadio de France con más de 78.000 personas. A pesar de abrir el marcador por Dutitre, los profesionales empataron por Sibierski antes de conseguir una victoria con un penalti en el descuento. El Calais dejó su huella en la 83 ª edición de la Copa de Francia. «Lo que ha hecho el equipo es grande», confesó el entrenador Ladislas Lozano después del partido Casi 14 años más tarde, la gente aún sigue acordándose de la aventura del Calais en la Copa de Francia.

El caso Montceau-les-Mines

Otro residente del CFA hizo también su propia aventura en la Copa de Francia. Fue el FC Montceau Bourgogne. En 2007, la ciudad de unos 47.000 habitantes vibró al ritmo de las hazañas de los futbolistas. Como Calais, el club de Borgoña entró en la competición a partir de la la cuarta ronda, ganando su partido 4-2 ante Chevigny Saint-Sauveur. La campaña de Montceau-les-Mines fue bastante tranquila hasta los octavos de final y el partido ante los profesionales de Burdeos. Para la ocasión, el partido se jugó en Gueugnon. El estadio Jean Laville fue el teatro de la primera hazaña de los jugadores de Saône y Loire. En un encuentro épico que acaba con empate a dos tras la prórroga, Montceau-les-Mines se impone finalmente en la tanda de penaltis (5-4).

Lejos de estar satisfecho, los borgoñones se imponene de nuevo en cuartos de final. Esta vez ante el RC Lens de Seydou Keita y Milan Bisevac. Una victoria por 1-0 gracias a un penalti de Christopher Alidor.

La aventura se acabaría en semifinal ante el Sochaux. Los borgoñones se inclinarían por 2-0 tras la prórroga. Montceau-les-Mines dejó el torneo sin perder durante los 90 minutos del tiempo regular y antes equipos de Ligue 1.

Esos equipos son algunos ejemplos de equipos modestos que hacen un gran aventura en la Copa de Francia. También hubiéramos podido mencionar Amiens, finalista en 2001, o Carquefou autor de una buena campaña en 2008. Epopeyas que podría, por qué no inspirar un equipo como Cannes que recibe esta noche al Guingamp. El futuro lo dirá …