Está volviendo

Cuando Jean-Michel Aulas declaró hace varias semanas que Gourcuff estaba feliz de estar negociando con otros equipos, el público del Lyon comenzó a cantar victoria. Quizás en toda su historia no habían visto a un jugador tan irregular tras haber gastado 20 millones de euros en él, algo impropio en los 34 años que lleva Jean-Michel de presidente en el Lyon. Eso sí, Gourcuff, aquel jugador sereno que había hecho soñar a Francia años atrás tras haber conseguido un doblete histórico con el Girondins, no estaba por la labor de abandonar el club de Ródano sin antes dejar claro que tiene mucho fútbol por delante.
El primero en golpear fue Pastore. En el pasado fin de semana, el argentino cuajó un excelente partido ante el Ajaccio, siendo clave para la remontada final ante el club corso. Por él se habían pagado años atrás 43 millones de euros, y en sus dos años en París había pisado más veces el banquillo que el césped del Parque de los Príncipes. Al estar transferible, Javier ha comenzado el 2014 de manera positiva, jugando tres partidos a gran nivel. Ayer ante el Burdeos, Pastore volvió a ser decisivo en la victoria. Primero marcó el 0-1 para los parisinos y cuando más apretaba el Girondins con el 1-1 se inventó un pase que pocos pueden ver para Rabiot. En el 1-3 más de lo mismo, pase para Matuidi y 1-3. Gourcuff ha iniciado una metamorfosis similar a la del argentino, pero en versión Tarantino.
Comencemos. Gourcuff llega a Lyon en 2011 por 20 millones de euros. El Lyon había perdido años atrás su primera Ligue 1 en siete años y el 90% de la culpa de ello la tenía el jovencito Yohann, que ya había sido nombrado el sucesor de Zidane. Este apodo y el elevado precio pagado por él le hicieron perder mucho en el futuro. El Lyon se adentró en una crisis y Gourcuff acabó la temporada como suplente, obteniendo unos números muy por debajo de las expectativas de la grada de Rodano. Pasaron dos temporadas más y Gourcuff seguía en su mundo. Dio síntomas de una posible vuelta pero se quedaban en eso, en momentos puntuales que iban acompañados de una lesión que le mantenía casi dos meses fuera de los terrenos de juego. La irregularidad acabó con la paciencia de Aulas, que lo ha puesto transferible y ha intentado su venta en numerosas ocasiones.
Pero para Gourcuff, que ya ha vivido mucho calvario entre lesiones y demás, esto no significa un problema. Se propuso iniciar el año de la mejor manera posible y ha superado con creces las críticas que le situaban en un sinfin de equipos. Primero, ante La Suze, Gourcuff dio una asistencia que fue clave para que el Lyon pasara a la siguiente ronda. Después, en liga ante el Sochaux, Gourcuff cuajó uno de sus mejores partidos con la camiseta del Lyon, recordando a aquel media punta que maravilló al mundo entero en el Girondins, con gol incluido. Y por último, ante el rival de más entidad, ante el OM, ante un rival directo del Lyon y al que Gourcuff ha roto como ha querido. Desbordando, pausando, asistiendo y hasta marcando un gran gol. Su mejor partido desde que aterrizara en Rodano por 20 millones allá por 2011. Es evidente que todavía debemos esperar mucho más de él, pero cuando juntas a Grénier y a Gourcuff pocos equipos pueden tener más calidad que ambos en el centro del campo. Y Gourcuff junto a Grénier se transforma, se convierte en uno de los mejores jugadores de Francia. En año de Mundial Gourcuff está renaciendo de una tumba que parecía sellada para siempre. Veremos qué pasa en los próximos meses, pero Yohann ha vuelto y no quiere regresar al ostracismo que tanto daño le ha hecho.