Fin de una era

Benzema fue el preludio de lo que iba a ser el Lyon en los años posteriores. Blanc se había cargado una hegemonía que había perdurado durante siete temporadas, con 7 ligas francesas y seis supercopas. Fue una etapa gloriosa en la que el equipo de Rodano, liderado por la revolución iniciada por Jean-Michel Aulas en 1987, masacraba cada fin de semana a sus rivales. Todo ciclo tiene un fin y al Lyon le llegó la hora allá por 2008. La marcha de Benzema y Juninho afectaron mucho a un equipo que siguió y siguió gastando dinero, rompiendo las bases del mercado que en su día estableció el aún actual presidente del club.
Años después de la marcha de Benzema y Juninho, jugadores como Ederson, Lovren, Piqquione, Källström o el más famoso, de Gourcuff no han podido entabilizar la delicada situación deportiva y económica del Lyon, que ha tenido que establecer una autarquía, es decir, vivir por medio de la producción de su cantera, su prestigiosa cantera, de la que en su día salieron futbolistas maravillosos y exquisitos como Benzema, Govou o Abidal.
Para entender el enfermizo contexto del club, hay que observar a Aulas. Antes, todos temían al presidente del Lyon. En menos de 20 años sacó al club de la quiebra y lo colocó en el olimpo de la Ligue 1. Qué 20 años, 13. En el año 2000 ya era segundo, y en el 2001, campeón por primera vez en su historia. La política Aulas era muy simple. Razonar, razonar y volver a razonar con el dinero. Nunca se apoderó del club y siempre dio libertad a sus entrenadores para que realizaran sus propias negociaciones. Su estrategia, que aparece vigente en el libro de Simon Kúper, Soccernomics, se sustenta en los consiguientes pilares:
Uso de la sabiduría de la multitud. Contrastar diferentes opiniones sobre el futbolista al que desean fichar.
– El momento idóneo para fichar a un futbolista es entre los 20 y 22 años.
– Intentar no comprar delanteros puros. Están sobrevalorados.
– Ayudar a tus estrellas extranjeras a establecerse en Lyon.
– Vender a cualquier futbolista si te ofrecen más de lo que vale, siempre y cuando tenga el consentimiento del club previo.
– Abstinencia: simplemente decir no a los traspasos, cumpliendo las reglas anteriores.
Muchos socios del Olympique de Lyon se opusieron a esta reforma, que se definió anticonservadora. El Lyon no vivía uno de sus mejores momentos a principios de siglo, y la renovación provocó un hincapié en la cantera. Una cantera que liderada por dos de los mejores laterales de la época como Revèillere y Abidal, combinado y fortalecido por los insaciables Cris y Cacapa en la línea de centrales y siempre, con la pausa, la clase y la voracidad de humillar a los porteros de Juninho Pernanbucano, contrastaron y dilapidaron dichos rechazos.
Las siete ligas del Lyon también sirvieron para que el equipo francés sembrara el miedo en Europa. Porqué ¿Quién no ha sufrido en sus carnes algún día un disparo de falta de Juninho desde el centro del campo?, ¿Quién no ha sufrido un taconazo de Fred? ¿Quién no ha sufrido nunca un dos contra uno de Malouda y Abidal en la banda izquierda? Fueron tiempos gloriosos para un equipo que en todo el siglo XX no ganó ningún título a nivel nacional.
Rodano sólo hablaba del Lyon. Los aficionados capitalistas humillaban a su eterno rival, el Saint Étienne, que perdió su hegemonía que en su día le llevó a ganar diez títulos consecutivos. El caso es que como ya hemos dicho, llega Laurent Blanc. Llega lo peor para el Lyon. Mantiene una temporada más a un chico de 19 años, que con su calva y su calidad, parece Zidane. No hace milagros y en la 2007/2008 el Lyon no vuelve a ganar una liga. Blanc se lleva un torneo que rompe la mayor dictadura jamás vista en el fútbol francés. Y a partir de ahí, Aulas se vuelve loco con el dinero, rompiendo su modélico estilo que le había ayudado a conquistar la gloria.
En la 2007/2008, el Lyon ya había comenzado a perder dinero. Vendió y ganó 57 millones, pero por el contrario, gasta más que nunca, 43. A la siguiente, en la que pierde el título, consigue seguir ganando dinero, vendiendo a sus estandartes, como son Toulalan -Traspasado al Málaga por 10M-, Pjanic -Traspasado a la Roma por 10M- a Benzema -30M al Real Madrid-. Hasta ahí todo bien. Pero el problema llega en las compras. Se gasta un dineral en Ederson -13M-, y para suplir a Benzema, tira la casa por la ventana gastándose 33 millones entre Lisandro López y Bafetimbi Gomis.
Los fichajes que hace el Lyon vuelven a la desproporción cuando llega Gourcuff por 22 millones. El hombre que se había cargado esta supremacía tenía la obligación de recuperarla. Las continúas comparaciones con Zidane y su inconstancia provocaron que el Lyon se convirtiera en un equipo que, habiendo renunciado a sus principios, ya no sólo no ganaba ligas, sino que tenía sumas dificultades para clasificarse para disputar competición europea.
Llegados a este punto, el equipo de Rodano inició una reforma económica. Volvió a dar prioridad a la cantera y confió en Rémi Garde, técnico de la casa, para erradicar la situación. Garde en parte, fue muy cuestionado tras caer en octavos de final de la Champions ante el modesto APOEL, pero meses después y años después, ha colocado al Lyon en una posición privilegiada, estando entre los peores equipos con balances económicos del país galo. Garde además, le dio en 2012 la Coupe de France al Lyon y en parte, recuperó la señas de identidad del club, explotando a futbolistas jóvenes como Alexandre Lacazette, Maxime Gonalons, Clément Grénier o Samuel Umtiti, que a día de hoy son indispensables para el club. Pese a ello, salidas como la de Cris, Revèillere o la última de Vercoutre volvieron a dejar claro que el ciclo ganador ha finalizado para el Lyon.
Vercoutre se marcha al Caen semanas después de la salida de Garde, que en parte estaba haciendo un trabajo descomunal, dotando al equipo de un sistema táctico en el que apoyarse. Llega Fournier, del Reims, pero ya nada será lo mismo. Ya no habrá un abuelo, un veterano para decirles a los jóvenes que ellos un día ganaron la Ligue 1 y fueron mejores que el PSG, que el Saint Étienne o que el OM.