Francia en los Mundiales: Suecia 1958

Tras el fiasco en Suiza 1954, la selección francesa ponía pie a tierra en el Aeródromo de Bromma para disputar el Mundial de Suecia 1958. Las críticas de la prensa y de la afición hacia el combinado galo por sus malos resultados, infligen un sentimiento de orgullo patrio, lo que provocó que en ese Mundial se consiguiese el mejor resultado hasta la época.
Con el seleccionador Paul Nicolas a la cabeza ayudado por Albert Batteaux, Francia consiguió clasificarse para la cita escandinava derrotando a Bélgica e Islandia en la fase de grupos sin mayores dificultades. Sin embargo, en el Mundial se iban a encontrar con su acérrimo enemigo Yugoslavia, además de Paraguay y Escocia.
Para el torneo, el seleccionador dispuso de 22 jugadores. A sabiendas que muchos de ellos no iban a jugar ni un solo minuto, se ocupó personalmente de cada uno, intercambiando con ellos unas palabras motivadoras. Los Kopa, Piantoni, Fontaine y compañía estaban preparados para demostrar cómo es el fútbol francés.
El primer encuentro sería frente a Paraguay, una selección muy correosa que no se lo puso nada fácil a los galos. Sin embargo, ya empezaba a despuntar el máximo goleador mundialista, Just Fontaine, quien con tres goles ante la Albirroja, demostraba ya su poderío anotador. 7-3 fue el resultado a favor de Francia, quien en apenas 19 minutos anotaría cuatro goles, para subir al casillero sus primeros dos puntos del torneo.
El segundo partido de Les Bleus se presumía que no iba a ser sencillo. Yugoslavia les esperaba con ganas de volverles a morder la oreja tras haberles dejado fuera del Mundial del 1950 y de las eliminatorias del 54’. Y efectivamente el desarrollo previsto se cumplió. Los eslavos derrotaron a Francia por 3-2, a pesar de que Just Fontaine volviese a sumar en la portería rival los únicos dos goles de su equipo. Yugoslavia seguía siendo la bestia negra francesa.
Sin embargo, volveríamos a ver a la mejor Francia en el tercer encuentro frente a Escocia. El juego británico volvió a sucumbir ante el poderío atacante francés. Y es que Kopa y Fontaine supieron orquestar las acometidas galas con total solvencia, consiguiendo así un 2-1 favorable. Francia sería primera de su grupo por golaveraje ante Yugoslavia, quien había empatado frente a Paraguay y Escocia.
En cuartos de final se verían las caras contra otro conjunto británico, Irlanda del Norte. En Norrköping, a apenas 30 kilómetros del hotel de preparación de la selección gala, se iba a celebrar este interesante encuentro ante un combinado norirlandés quién había elaborado un gran campeonato hasta la fecha. Sin embargo, el poderío francés volvía ser una apisonadora. Cuatro goles a cero, sin piedad, sin dejarles respirar. Kopa, Wisnieswki, Fontaine, Piantoni y Vincent, una quíntupla de lujo ante la que ninguna defensa rival podía hacer frente.
Just Fontaine volvió a marcar por partida doble, y Raymond Kopa siguió demostrando por qué fue elegido el mejor jugador del campeonato. La prensa europea rendía pleitesía al combinado galo, apuntándoles como posibles vencedores del torneo. Sin embargo, la todopoderosa Brasil se cruzaría en su camino.
El24 de junio en Estocolmo se verían las caras ante La Canarinha, una selección envidiable físicamente, que preparaba con todo lujo de detalles su puesta a punto para el Mundial de Suecia. Y es que la nueva formación del 4-2-4 con la que Brasil saltó a la cancha, supuso un duro varapalo para la selección francesa, que estaba habituada a defender la WM. Además, si tienes jugadores de la clase de Garrincha, Pelé, Gilmar, Didi o Zito, la tarea se muestra presumiblemente un tanto complicada.
No obstante, a Francia le “crecerían los enanos” con la lesión de Jonquet en el minuto 34, tras un choque con Vavá, lo que les obligó a jugar con diez porque no estaban permitidos en aquella época los cambios. En esos instantes el resultado era de 1-1, marcó Vava y empató Fontaine. A partir de la lesión, todo fue en picado. No había quien parase a los brasileños, el no poder contar con un defensor de las características de Jonquet supuso que Brasil iniciase la goleada. Un Pelé pletórico con un triplete puso a su equipo en la final, donde vencería también por 5-2 a la anfitriona Suecia.

Formación:3-2-5
Portero: Claude Abbes (Saint-Étienne)
Defensas: Raymond Kaelbel (AS Monaco), André Lerond (Olympique Lyon), Armand Penverne (Stade de Reims).
Medios: Robert Jonquet (Stade de Reims), Jean-Jacques Marcel (Olympique Marsella)
Delanteros: Maryan Wisnieski (RC Lens), Raymond Kopa (Real Madrid), Just Fontaine (Stade de Reims), Roger Piantoni (Stade de Reims), Jean Vincent (Stade de Reims)
Los franceses se tuvieron que conformar con la lucha por el tercer puesto ante Alemania, la actual campeona. Sin Jonquet por lesión ni Piantoni por una apendicitis, los galos siguieron demostrando su potencial ofensivo y su pobre defensa, derrotando sin contemplaciones a los germanos por 6-3, donde Just Fontaine volvió a erigirse como máximo goleador con cuatro tantos, para alcanzar así la famosa cifra de 13 goles en un torneo.
Sin duda alguna este Mundial tenía escrito el nombre de Francia con letras de oro, pero la mala suerte, las normas futbolísticas de la época y una selección llamada Brasil, acabó por borrar esas palabras del trofeo de Jules Rimet. La vendetta ocurriría 30 años más tarde…