Fuga de estrellas en Bretaña

El FC Lorient vivió hace varias temporadas uno de los peores mercados de fichajes en cuanto a bajas se refiere. Después de una de las mejores temporadas de Christian Gourcuff, quien estuvo a un paso de meter al equipo bretón en la Europa League, el Lorient se vio obligado a vender a sus dos mejores jugadores de aquella temporada: Morgan Amalfitano y Kevin Gameiro, traspasados al OM y Paris Saint Germain respectivamente. A raíz de dichos traspasos, el equipo pasó de optar a entrar en puestos europeos a verse sumergido temporada tras temporada en posiciones cercanas al descenso. Lo peor ha llegado en este propio mercado de verano, y más tras consumarse la baja de Vincent Aboubakar con destino Porto.

Dentro de las malas noticias del Lorient, la primera llegaría a principios de temporada, cuando Christian Gourcuff, técnico que llegaba en Bretaña desde 1984 y que con su innovaor estilo de toque se convirtió en una referencia para el fútbol francés. Gourcuff no pudo llegar a un acuerdo con la directiva del Lorient, y sus altas pretensiones económicas privaron de renovación alguna, y su periplo acabaría en verano. Gourcuff siempre fue un entrenador que sacó lo mejor de sus futbolistas y que ha estado presente en la mejor generación de la historia del club. Su salida fue un duro varapalo para los seguidores de la escuadra bretona, que continuaría el estilo de Gourcuff con Ripoli, el ayudante de Gourcuff en estos 24 años y que ha querido implantar el mismo estilo en el Lorient, aunque sin mucho éxito pese a empezar la Ligue 1 ganando en el campo del AS Mónaco.

Meses después de la salida inminente de Gourcuff, el Saint Étienne llegaría con una oferta irrechazable para el Lorient. Les Verts pagarían 3’5 millones más dos variables por el fichaje de Kevin Monnet-Paquet, un futbolista que aportaba mucho a este Lorient, que más allá de ser un equipo caracterizado por su estilo de toque, necesitaba siempre a un jugador que marcara las diferencias en 3/4. Al principio fue Alain Traoré, pero como el burkinés continuamente caía lesionado, fue Monnet-Paquet quien más tiró del carro en los momentos más delicados de la temporada pasada, y por ello se ganó el reconocimiento de los grandes y fichó posteriormente por el Saint Étienne. Una baja que se intentó sustituir con Jordan Ayew, aunque todavía no ha surgido efecto.

Días después de la salida de Monnet-Paquet, Jéremy Aliadière sorprendería solicitando su traspaso para irse a jugar a Catar. Pese a que el club no quiso venderlo en ningún momento, la oferta de los petrodólares fue irrechazable para un jugador que si no se hubiera lesionado tanto la pasada campaña, seguramente le habríamos visto más de una vez con la selección francesa. Las lesiones le privaron en su mejor momento de ir con Francia y Aliadière no volvió a ser aquel delantero que, junto a Alain Traoré, hacían al Lorient un equipo muy complicado de batir y que hacía muchos goles por partido. Aboubakar escondió su importancia en las primeras jornadas, pero como se ha ido traspasado al Porto, ni Sunu ni Ayew ni Lavigne han podido marcar desde la marcha de el camerunés.

Y llegó la baja definitiva, la que seguramente sea más contundente de las mencionadas ya en el artículo. Aboubakar dejaba el Lorient para irse al Oporto por tres millones de euros y dejaba al equipo de Ripoll en horas bajas. Su baja, unida a la de Aliadière, han provocado que el Lorient no cree apenas ocasiones y eso que tiene en su plantilla a Jordan Ayew, al que muchos ya están criticando por su falta de carácter. Sunu ha pegado un bajón considerable desde hace ya dos temporadas y el joven Lavigne, aún habiendo marcado al Mónaco en la primera jornada, peca de su inexperiencia y no es obviamente Aboubakar, que monopolizaba todo el frente de ataque del Lorient. Tres bajas que veremos si son sustituidas, ya que no queda prácticamente nada de mercado y la afición espera fichajes.