Hay dudas

Es quizás, el Mundial en el que mejor llega Francia a nivel anímico, pero también es cierto, que es el torneo en el que más duda genera en cuanto a su juego. La selección de Didier Deschamps convence muy poco en esta faceta. Es un problema que lleva arrastrando desde la fase de clasificación y que se ha prolongado a lo largo de los últimos meses.
Para entender la transformación de Francia hay que remitirse al último partido de la repesca del Mundial. Tras caer con estrépito ante Ucrania en la ida por 2-0, los galos estaban obligados a vencer para no evitar una hecatombe histórica. Deschamps realizó un cambio clave: Colocó a Cabaye de pivote defensivo para guardarle la espalda a Pogba y a Matuidi, y ante un rival que no se cerró, el resultado fue estremecedor. Victoria por 3-0 y clasificación a un Mundial que si por juego se refiere, Francia no debió ir. El caso es que meses después, Francia volvería a vencer con contundencia ante Holanda, una selección también demasiado ofensiva y con problemas defensivos de alto calibre. Francia convencía con un esquema sin pivote defensivo puro y muy dinámico en ataque. Los problemas han llegado en los amistosos previos al torneo que se disputará en continente sudamericano.
De cara al Mundial, por guión, Francia se encontrará a rivales que no le van a jugar de tú a tú y no le van a disputar tampoco la posesión. Ante rivales tan poco exigentes en la primera línea de presión, Francia se encuentra con un serio problema: falta de velocidad en la circulación de balón. Eso implica que los centrales sean siempre la primera vía de salida de balón francesa. Noruega no era un rival muy potente y pese a realizar una gran primera parte, acabó sucumbiendo ante Mathieu Valbuena, jugador que participó en 3 de los 4 goles que le endosó Francia a la selección del este. Valbuena ha sido la única gran noticia de Francia en los dos amistosos. Llegó tocado a la gira tras una temporada dubitativa en el OM pero con Deschamps, entrenador que siempre saca lo máximo de Mathieu, ha recuperado su mejor nivel. Ante Paraguay, Francia empató a uno y volvió a dejar al descubierto numerosos problemas, que tiene que solucionar sí o sí en el Mundial si no quiere que se repita algo similar a lo que pasó en 2010, cuando cayó eliminada, aunque más por temas extradeportivos.
1) La salida de balón, ese gran dilema.
El gran problema de Francia de cara al Mundial es su salida de balón. Suponiendo que ni Ecuador, ni Suiza ni Honduras le intentarán jugar de forma valiente -Suiza si es una selección mucho más fuerte pero no cuenta con jugadores capacitados para elaborar jugadas y transiciones largas- Francia deberá volver a llevar la iniciativa de la posesión. Un déficit que se ha acentuado en los partidos ante Noruega y Paraguay.
El 4-3-3 siempre ha sido un esquema que obliga la entrada de un medio centro defensivo para descongestionar en la salida de balón, y dar libertad a los dos medio centros que tenga delante. En Francia, el que hace esta labor es Cabaye. No menospreciamos a Cabaye. Es un gran medio centro, es un medio centro completísimo, que tiene una inteligencia superlativa. Pero su posición nunca ha sido la de pivote. Y cuando Francia elabora, él desaparece. Se coloca siempre muy cerca de los centrales y cada vez que toca la pelota, no recibe el apoyo suficiente como para romper una línea de presión. Su fuerte siempre ha sido el de jugar por delante del pivote y el de romper con sus diagonales, ya sea por cambios de orientación o por su gran capacidad de llegada. Con Cabaye tan estático y Matuidi sin tener un notable criterio técnico, la única solución posible, partiendo de que Pogba se coloca siempre a la altura de los media puntas, es la de retrasar mucho más la posición de Valbuena, para que ayude a los medio centros. Normalmente, cuando Cabaye se coloca tan cerca de los centrales, Sakho y Koscielny -O Varane, o Mangala- son centrales que tienen mucho espacio para subir el balón, pero a partir del centro del campo, no tienen referencias con quien tocar. Ahí es donde aparece Valbuena, y Benzema. El del Real Madrid no ha disputado los dos amistosos, y se preludia clave para esta lentitud en transición. Benzema bajaría a recibir y descongestionaría mucho el ataque de Francia. Sus permutas con Valbuena serían clave para que Francia abra los repliegues de las defensas rivales.
Claro, que es difícil que Deschamps negocie su sistema de juego. Con tres medio centros tan marcados, los movimientos de los jugadores de ataque son obligados. Además de ello, Evra y Debuchy/Sagna deben poner un poco de su parte y no tener miedo a atacar el espacio. El problema de ellos es que son dos laterales muy cerrados y con poca tendencia a entrar por dentro. Partiendo de la base de que Francia va a jugar sus tres primeros partidos con la iniciativa, es presumible pensar en que Griezmann será titular, por capacidad de asociación y fructíferos movimientos con balón. Más allá del ataque, Francia va a tener un serio problema si Cabaye no mejora su lectura de juego, ya que tanto Matuidi como Pogba no están diseñados para realizar esta función.
2) Sin Ribéry, ¿Griezmann, Rémy o Benzema retrasado?
Todo indica a que Frank Ribéry se perderá el próximo Mundial, o por lo menos, no llegará en óptimas condiciones al torneo. En el caso hipotético de que esto se confirme, nos entran las dudas de quien será el acompañante en ataque de Benzema y Valbuena, los dos jugadores más utilizados por Deschamps desde su llegada al banquillo bleu.
El caso de Griezmann quizás es el que más beneficia a Francia. Si ya hemos comentado que Francia sufre en la salida de balón, a la hora de encontrar espacios y movimientos por dentro, el de la Real Sociedad es el que más abertura ofrece por su tendencia a colocarse por dentro. Griezmann entra muchísimo por detrás del delantero y rompe constantemente con sus desmarques. Al tener tantos problemas Francia en la salida de balón, con Griezmann, los laterales, continuamente abiertos, tendrían mucho más espacio para penetrar por la línea de fondo. Griezmann además, es un jugador que te da mucho aguante con la pelota. Cuando al tiene, habilita las llegadas de los medios y con su verticalidad, las opciones de remate en el área se multiplican. Es un futbolista distinto a Rémy y personalmente, su presencia sería más idónea si Francia juega con la posesión de balón.
Las dos otras variantes que tiene Francia para su ataque son las de Rémy y Giroud con Benzema retrasado. La primera ya fue utilizada ante Paraguay, y también puede ser ideal para las segundas jugadas. Rémy es un jugador menos intermitente que Griezmann a la hora de percibir las peinadas de Giroud, y de ahí que Deschamps le esté dando más minutos al del Newcastle. Claro, que en el Mundial, Benzema va a ser el titular y para potenciar los espacios con la calidad de Karim, Griezmann tiene muchos más recursos a la hora de moverse, y es un futbolista más asociativo que Rémy, que por su parte, aporta velocidad y verticalidad pura de cara a portería. Griezmann es una opción más pausada que Rémy, que es un recurso que se puede utilizar en partidos que se traban, y ante defensas muy cerradas. Por su parte, la opción de retrasar a Benzema y colocar a Giroud allí no se descarta. Benzema por detrás del 9 siempre ha sido un futbolista de una tremenda clase y una calidad suprema y diferencial. Pero a sabiendas de ello, hay que esperar a que se confirme la baja de Ribéry, para sacar conclusiones. Es el futbolista que mejor se entiende con Benzema y Valbuena, que ante Ucrania y Holanda, dieron un dolor de cabeza a las defensas rivales. Para terminar, Ribéry tiene que llegar, pues es un jugador que en defensa trabaja como el que más y evita superioridades rivales en la banda.
3) Laterales dubitativos y centrales poco fiables.
Aún teniendo problemas en la salida de balón, el verdadero problema de la selección gala está siendo la defensa. El final de temporada de Sakho en el Liverpool no ha sido positivo y su titularidad está en el aire. Aún así, Deschamps confía en él. Es el héroe de la eliminatoria ante Ucrania y hasta ha sido nombrado capitán, por lo que aún siendo un defensa que con el balón no arriesga y con bastantes problemas de colocación, tiene la plena confianza del seleccionador.
El puesto de central derecho parece ser que está asegurado para Varane. Atendiendo a los últimos partidos de Francia, Varane es sin duda el central con la mejor salida de balón del equipo y además, el más rápido, que sabe lapidar sus problemas con su tremenda aceleración. Mangala aún no está preparado para ser titular por su falta de experiencia en la izquierda. Por ello, Sakho y Koscielny se pelearán el puesto de central izquierdo. Más allá de la rivalidad, hay que matizar que ambos son centrales poco fiables en tramos decisivos de la temporada. El error de Koscielny ante Ucrania aviva aún más las dudas acerca de su constancia, y el ya citado dubitativo final de temporada de Sakho no lo colocan como una opción fiable a la hora de guardar y poner un cerrojo en su siempre aprovechable espalda. Sakho parte con ventaja por el hecho de los galones, pero lo cierto es que el final de Koscielny ha sido mucho más abrumador que el de Sakho, y es un central con ya experiencia en torneos de primer nivel.
La segunda duda francesa en defensa está en los laterales. Ya hemos citado que tanto Sagna (O Debuchy) y Evra son dos laterales con alta proyección ofensiva, pero que por el contrario, son dos jugadores muy poco fiables en defensa. En ataque, su cerrajería en banda provoca que Francia no pueda entrar por sorpresa con las opciones de los laterales, que en ciertos tramos del partido, siempre son como una vía de oxígeno para cualquier equipo. El problema de Sagna y Evra es que al estar tan exponenciado Francia a un juego al que su rival se fortalezca por medio de las contras, las pocas ayudas de Pogba y Matuidi en las bandas y la nula lectura de juego de Cabaye como pivote defensivo para realizar coberturas, hacen que las bandas francesas puedan ser un medio utilizado por los conjuntos rivales para atacar al conjunto dirigido por Didier Deschamps. De ahí que las ayudas defensivas de Valbuena y Ribéry (?)-Griezmann-Rémy se preludien decisivas para evitar los 2 contra 1 por fuera, y también, por dentro.