Marsella es la envidia de toda Francia

Nadie en Marsella iba a sospechar que en estos últimos años de sufrimiento se iban a encontrar ante la mayor cita después de aquella hazaña de la Copa de Europa de 1993. A pesar de haber conseguido llegar a una final europea ante el Valencia en 2004, esta final de la Europa League ante el Atlético de Madrid tiene otro sabor por cómo se ha producido.

El club ha luchado en las últimas temporadas por sobrevivir, por hacer un proyecto competitivo que pudiese luchar contra el todopoderoso Paris Saint-Germain. Con la llegada del magnate americano Franck McCourt, Marsella ahora ha superado al archienemigo galo. Básicamente, porque el OM puede disputar un título europeo, mientras que el poderío qatarí se va a quedar en casa viendo la televisión con una gran envidia.

Marsella ha despertado. Rolando ha hecho historia. El que parecía un central bastante rudo, ahora es un héroe en los alrededores del Vélodrome. Su gol en el minuto 116 pasara a la posteridad porque seguramente el equipo de Rudi Garcia únicamente esté cogiendo carrerilla para lo próximo que viene. La recuperación futbolística de los Payet, Thauvin, Mandanda, quien en otros tiempo se perdieron por la Premier League, ha hecho posible que Europa vuelva a mirar al único club francés que posee una Liga de Campeones.

El 16 de mayo espera el Atlético de Madrid en Lyon, para darle más morbo al asunto. Tener la posibilidad de ganar un título continental en la casa de uno de tus mayores enemigos supone un estado de éxtasis del que mucho no serán capaces de controlar. El Olympique de Marsella tiene ante sí una cita de la que toda Francia estará pendiente. El triplete del PSG se puede quedar ensombrecido si el OM alza este título. En París ya rezan para que no lo hagan. Se puede abrir aún más la herida que tienen tras no haber triunfado en Europa con un enorme presupuesto. Dejen espacio que el Olympique de Marsella ha regresado a lo más alto de Europa.