Neymar, una auténtica ruina para el Paris Saint-Germain

Neymar

SINGAPORE, SINGAPORE - OCTOBER 13: Neymar Jr of Brazil looks on during the international friendly match between Brazil and Nigeria at the Singapore National Stadium on October 13, 2019 in Singapore. (Photo by Lionel Ng/Getty Images)

Una nueva lesión de Neymar le va a dejar fuera de los terrenos de juego durante un mes. Una situación que está haciendo perder credibilidad al jugador más caro de la historia. Su traspaso se fijó en 220 millones en 2017 procedente del Barcelona, pero entre lesiones y sanciones, el delantero ha estado ausente en la mayor parte de los encuentros que ha disputado el Paris Saint-Germain.

En total, Neymar se ha perdido 52 encuentros del conjunto parisino en poco más de dos años, es decir, un poco menos de la mitad de todos los partidos disputados por el campeón de Francia. Desde que aterrizó en París en el verano de 2017, el brasileño ha tenido 10 lesiones, de todos los colores. Lo bueno que esta última es a nivel muscular, y a priori, no es tan grave como la fractura del quinto metatarsiano de su pie de derecho.

Sin embargo, para un jugador de su categoría, perderse 52 encuentros en dos años es una cifra que si quiere convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo no se puede permitir. Ni Messi, ni Ronaldo, dos de sus grandes rivales en esta lucha, han tenido ni siquiera la mitad de las lesiones que ha sufrido el brasileño. Más comparable a Dembélé, o a Gareth Bale, eternos jugadores de cristal. Curiosamente, estas dos últimas lesiones se han producido en sus convocatorias con la selección brasileña. Los largos viajes lastran demasiado el débil físico del futbolista, que en París ya aconsejaron tratarle con especial atención por este mismo motivo. Neymar disputó el Mundial de Rusia cuando no debió hacerlo, y parece que este hecho también le ha lastrado en estos últimos meses.

Viendo el rendimiento de estos dos años, el Paris Saint-Germain podría plantearse venderlo por un precio menor de los 200 millones que exigen, ya que un jugador que se pasa la mitad de sus encuentros lesionado, no debería ser atractivo para ningún equipo.