Petit: «Los futbolistas creamos riqueza, los políticos viven del dinero de la gente»

En su libro Un Président ne devrait pas dire ça» (un Presidente no debería decir eso), Fabrice Lhomme y Gérard Davet publican ciertas frases dicho por el Presidente de la República François Hollande en contra de los futbolistas, como por ejemplo la falta de cerebro, palabras que no le han gustado al ex internacional galo Emmanuel Petit quien quiso defender al mundo del fútbol.


«De alguna manera no me sorprenden estas palabras. Puedo entender en cierta medida estas observaciones. Es cierto que hay demasiados jugadores que dan un mal ejemplo hoy en día. A pesar de todo, hacer una generalidad de eso, creo que no es una buena cosa que hace el Presidente. Me decepciona, pero no me sorprende. Durante demasiado tiempo, nuestros atletas, nuestros futbolistas han sido vistos con mucha condescendencia por nuestros queridos políticos. Es cierto que no hemos tenido la oportunidad de hacer escuela como el ENA. Pero yo le daría a la clase política cursos de refuerzo del cerebro, e incluso de probidad. Especialmente en honestidad intelectual, sí en honestidad simplemente. No quiero ir en un conflicto de comunicaciones con el Presidente, pero creo que sería bueno si estas personas pudieran bajar de vez en cuando de su pedestal e ir al encuentro de los franceses. Nosotros, los jugadores, no tenemos un conocimiento innato. Pero creamos riqueza, a diferencia de los políticos que viven del dinero de la gente. Esto es algo que nos diferencia: no robamos el dinero de la gente, lo ganamos con razón. Y pagamos nuestros impuestos, creamos riqueza. A menudo nos retratan, con razón, con una falta de inteligencia. Pero me parece que la inteligencia no es sólo lo que se aprenden en el ENA. Hay diferentes tipos de inteligencia y cuando eres el primer representante de un país, hay que ser complaciente y comprensivo. Nosotros, todo lo que tenemos, tuvimos que ir a buscarlo. No hemos nacido con una cuchara de plata en la boca, por desgracia. Esto es lo que nos diferencia de los políticos, que están lejos de las prioridades de los franceses y de lo que pueden vivir. Nos levantamos cada mañana con una gran responsabilidad sobre nuestros hombros. A menudo nos critican, a veces con razón. Pero al menos no traicionamos a nadie. Y nosotros creamos riqueza»