foto via asm-fc.com

Cedido por la Sampdoria, el portero titular de Argentina es suplente en el Mónaco, lo que podría provocar su salida del club en busca de minutos que le aseguren la participación en el próximo Mundial de Brasil.

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Sergio Romero jugó el pasado domingo su segundo partido en la portería monegasca desde su llegada al club. El primero fue el pasado 30 de octubre y Mónaco fue eliminado en diecisavos de final de la Copa de la Liga por el Stade de Reims (1-0). Cierto que suya no fue la culpa en el gol de los locales, tampoco se pudo decir que hiciese un gran partido. El domingo, en el de Copa de Francia, volvió a suceder lo mismo. Romero encajó dos goles y no estuvo brillante.

Y es que cuando no juega, el portero titular con su equipo nacional (26 años y 43 veces internacional) ve actuar, sentado desde el banquillo, a Danijel Subasic, el segundo portero de la selección croata y que se está convirtiendo en un portero muy completo e idóneo para este club.

Una situación muy problemática para el seleccionador del Albiceleste Alejandro Sabella, cuya defensa no es el punto fuerte del equipo: «Romero jugó bien ante Uruguay pero cometió un error en el precedente partido ante Perú a causa de los pocos minutos que lleva de competición. Eso no es nada bueno. Si sigue jugando poco, tendremos que hablar con Sergio», dijo Sabella.

Si el Mónaco se clasifica para la final de la Copa de Francia, Romero podría jugar aún cinco partidos oficiales, a los que se podría añadir algún amistoso con los monegascos o la selección, siempre que Subasic no se lesione y siga con la misma racha. Son muy pocos minutos.

En el espíritu de Sabella, el campeón olímpico sigue siendo, de momento, el titular en la portería argentina por delante de Agustin Orión del Boca Juniors y de Mariano Andujar del Catania, que tampoco están siendo titulares en sus respectivos equipos, un alivio para Sergio.

Para André Amitrano, entrenador de los porteros monegascos, no hay ningún problema: «Es muy serio con un buen espíritu. Cuando juegas de portero a ese nivel, siempre consigues parar las pelotas. La dificultad más grande es la de sentir el juego. Lo más complicado es cuando hay que tomar rápidamente una decisión, como por ejemplo en los centros».

El argentino llegó a Mónaco a mediados de agosto cedido por la Sampdoria con opción de compra de 4 millones de euros y con un salario bruto de 1,8 millones por año, pagado en totalidad por el club monegasco. Por ello, la opción de triunfar en Francia siempre había seducido a un Romero que se encontró con que Ranieri, entrenador del Mónaco, siempre había defendido a Subasic y en ningún momento pidió el fichaje de un portero. Fue Rybolovleb, jeque del club quien recomendó su fichaje.

Quizás el argentino debería irse cedido a otro club durante el mercado de invierno si no quiere correr el riesgo de perder la titularidad con Argentina. Claudio Ranieri dejó las cosas claras tras el partido ante el Vannes: «Era un partido importante para él y para la selección argentina». Y cuando se le pregunta al míster sobre una posible salida del portero argentino este invierno, Ranieri contesta: «La puerta está abierta no sólo para él, sino también para todo el mundo, ya que sólo quiero a jugadores que estén implicados en el proyecto».