Josuha Guilavogui era uno de esos hombres que no tenía papeletas de ir al Mundial hace unos meses. Su escaso protagonismo con el Atlético de Madrid le impidieron estar presente en la decisiva repesca de Francia contra Ucrania que acabó con victoria para los galos. Anteriormente, en el 2013 se había hecho un fijo en las convocatorias de Deschamps. Su espectacular temporada pasada y su inminente fichaje por el Atlético de Madrid provocaron que disputase todo el partido completo ante Bélgica y participar ante Georgia pese al empate a cero. Antes, tres partidos más en los que destaca su debut ante Uruguay (1-0 acabó perdiendo Francia) y el partido ante Brasil, con el que Josuha disputó los 90 minutos a pesar de no poder evitar una derrota contundente ante la ‘Caraninha’.

Guilavogui en su debut como titular con Francia, ante Neymar.

Guilavogui volvió al Saint Étienne para poder jugar el Mundial. Cholo Simeone no le dio protagonismo en la Liga BBVA y él obviamente no se podía conformar con jugar los partidos de Copa del Rey, un torneo habitual para los suplentes. Cuando Guilavogui volvió a Rodano, dio una muy buena imagen en la victoria ante el Bastia por 0-2. Pero no sólo eso, Guilavogui se erigió y explotó en el siguiente partido, en el decisivo partido ante el Mónaco en la que los de Galtier se jugaban la tercera plaza que da acceso a Champions League. En este partido, jugando de interior, dio un auténtico recital. Subió, llegó, robó en campo contrario y además, tuvo oportunidades de marcar. Una versión nueva de un Guilavogui que recordó a Vieira en sus mejores tiempos. Tras este partido y la consecuente lesión de Mavuba, Deschamps le llamó para disputar con la selección francesa el partido decisivo del miércoles ante Holanda- A pesar de ser amistoso-. Hay expertos que no entienden el porqué de esta convocatoria, pero aquí os dejamos varias dudas de la prensa francesa sobre su convocatoria.

1) Deschamps quiere seguir una tónica de jugadores.

Guilavogui está antes que jugadores como Toulalan o Kondogbia porque él ha sido uno de los referentes de Deschamps en las últimas convocatorias. Como ya hemos comentado anteriormente, fue fijo para el ex del OM en los partidos de Agosto y los posteriores, antes de su fichaje por el Atlético de Madrid. Deschamps ya dijo hace poco que quería hacer pocas variaciones en el centro del campo y de ahí que alterne entre Mavuba y Guilavogui las últimas convocatorias para actuar de pivote defensivo. El jugador del Saint Étienne ha recuperado su forma y pese a que todavía no está bien físicamente del todo, tras su espectacular partido ante el Mónaco ha vuelto por la puerta grande a la selección francesa.

2) Dos partidos en total en cinco meses.

Si queremos ser duros en la convocatoria de Guilavogui, el dato de que solamente haya disputado dos partidos completos desde el Mes de Septiembre pone en duda su convocatoria con la selección. Disputó noventa minutos en la previa de la Europa League ante el Esfjberg. Y después, la vuelta de los dieciseisavos de la Copa del Rey en una eliminatoria resuelta ante el modesto Sant Andreu. A Deschamps estos datos no le importan, ya que sabe la importancia de Guilavogui para dar equilibrio en determinados momentos a un equipo con tantas dificultades en el centro del campo como es la gala. De ahí que vaya convocado. Para ser más melancólico, en el Atlético de Madrid sólo jugó un minuto en Liga BBVA, y sólo dos partidos de Champions League. En total, 6 encuentros de 40 posibles.

3) Sólo cuatro partidos en 2014.

Guilavogui puede acusar su falta de ritmo en estos primeros meses de año debido a su poca participación en lo que llevamos de temporada. Si ya llevaba pocos partidos antes del inicio del año, hasta la fecha, sólo ha disputado cuatro en tres meses que casi llevamos cumplidos de 2014. Su mejor partido antes del Mónaco fue el que disputó ante el Valencia en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey en Mestalla, donde Josuha demostró ser un señor medio centro y estar capacitado para jugar en el Atlético de Madrid. También disputó la primera parte ante el Athletic, aunque en esta, Guilabogui se vio superado en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Como su tránsfer tardó en llegar y su forma no era la idónea, Guilavogui no pudo ‘re-debutar’ con el Saint Étienne hasta mediados de febrero ante el Bastia, saliendo en el minuto 65 y jugando 24 minutos a gran nivel. Después llegaría el partido en el que explotó ante el Mónaco, donde fue una auténtica delicia verle jugar. Cuatro partidos que puede costarle caro en el tramo final de la temporada.