Suma y sigue, arrollando, destino Europa

Completo baño el que se dio en la noche de ayer un Olympique de Marsella que vive en una nube desde que se conociera el nombre del próximo hombre fuerte del club. Se hizo notar ya en la previa del encuentro con un mensaje que le mandaron los hinchas locales, y parece que ya les estuviera inculcando esa mentalidad ganadora de que la hace alarde el bueno de Bielsa.
Pero la realidad es otra, y es bien distinta, y esta realidad nos muestra que el hoy todavía técnico marselles, José Anigo, está llevando a sus pupilos a realizar un muy buen final de temporada, sumando con el de ayer el sexto partido consecutivo sin ceder una derrota con 12 puntos sobre 18 posibles, apretando la zona noble de la clasificación y haciendo más que posible el sueño de mantenerse en competiciones europeas un año más.
El Loco: Haznos soñar!El partido dio bastante de si, intenso y con muchas ocasiones, bronco y al mismo tiempo deportivo, las ocasiones se sucedían en los primeros compases donde los visitantes buscaban la profundidad de sus laterales con internadas constantes, mientras los locales se dedicaron durante todo el partido a mandar balones a la espalda de los centrales de Garde, buscando constantemente a un Gignac que tuvo sus 10 minutos de gloria para reivindicarse una vez más, de cara a una posible convocatoria «blue», eliminando las opciones de un pobre y desafortunado Gomis en la noche de ayer.
Esos balones a las espaldas dieron sus frutos rápidamente, y es que los locales traían muy bien hechos los deberos de casa y sabían de la contundencia de la zaga lionesa por bajo, pero también de la lentitud que arrastran sus centrales. Tanto Bisevac como Umtiti pasaron un auténtico calvario durante los 90 minutos del encuentro. 90 minutos que podrían reducirse a 26, pues, fue lo que duró -o quiso que durara el OM- la linea defensiva del OL en dejar entrever sus serias carencias.
En el primer tanto local, tras un centro al corazón del área botado por Payet, aparece Souleymane Diawara para que, por si fuese su último partido en el Vélodrome (todo hace indicar que abandonará las filas del OM), recordar a la hinchada que es y será uno más de ellos. Muy buen testarazo del central local tras zafarse de la marca de Gomis, quien tras abandonar la lucha con su rival, le permite rematar en bandeja un muy buen centro, como ya hemos dicho, de Payet. No habíamos alcanzado el cuarto de hora de partido y ya se le ponía cuesta arriba a los de Garde.
Lo seguía buscando una y mil veces un conjunto marsellés al que le salía todo, hasta el punto de asombrar a sus aficionados con sendos centros desde el costado izquierdo, muy precisos de un Morel al que ayer, al igual que al joven Thauvin, bordó el partido. Y así nació la jugada que desembocó en el 2-0, jugada de posesión local, larga transición que acaba provocando el fallo rival, con la defensa bien cerrada y las líneas juntas, un fallo en la presión de Ferri habilitó en el costado zurdo a Morel que con todo mandó el esférico al segundo palo con una parábola casi perfecta para que Thauvin, con todo a favor, lo enviara al fondo del arco defendido por Lopes. Cabezazo impresionante desde una posición complicada y cambiando en el último instante la trayectoria del esférico, mandándolo al palo largo, superando por alto al meta y a Umtiti. Corría el minuto 26 y el partido parecía llegar a su fin.
Aun quedaba tiempo para la polémica, roces entre Gignac y Bisevac, un posible penalti sobre Gomis, y un fuera de juego muy justo que acabó con el esférico mandado al larguero por el 18 visitante.
Alcanzamos el 40′ y un derechazo en jugada aislada -como suele ser habitual- por parte de Mvuemba recortaba distancias, haciendo que el baño técnico-táctico del que estaban siendo víctimas pareciera menos de lo que realmente fue.
Llegaríamos al descanso con sensaciones totalmente opuestas, más allá de imaginarnos una posible remontada y hablar de «gol psicológico», el juego de ambos conjuntos dejaba entrever que no era ese el guion previsto para la noche de ayer.
Tres minutos, y posteriormente otros 8, fueron los necesarios para que Gignac llevara el delirio a las gradas, certificando una auténtica goleada a un rival histórico. Balones a la espalda de los centrales, una y mil veces pecaron del mismo error los zagueros visitantes, quienes vieron como Gignac encaraba hasta en 3 ocasiones al joven meta portugués. En la primera ocasión, tras dos recortes, un mal tiro y un rechace que le cae al pie, tan solo tuvo que empujarla para hacer el tercero. Y en la segunda, tras una jugada que mostró la calamidad que es la zaga lionesa en un despeje, por llamarlo de algún modo, de Bisevac, que planta el balón en la frontal del área para que Payet dispare. El rechace de Lopes fue al más listo de la clase, colocado en el sitio y momento idóneo para cazar el gol, aparece de nuevo el monstruo Gignac para cerrar la machada. 4-1 y aun faltaban 35 largos minutos para los de Remi Garde…
La pesadilla parecía no llegar a su fin, un nuevo balón centrado, idéntico al del primer tanto de Gignac, lo dejaba solo ante Lopes, pero estuvo muy rápido y listo Gonalons, quien se anticipo enviando el esférico a córner.
Tras varias intentonas visitantes, llegó un tanto de Gomis, quien cubrió bien con su cuerpo el balón perfilándose hacia su perfil diestro para, aliado con la suerte, enviar el balón al fondo de la portería bajo las piernas de Mandanda. Tanto que ponía el 4-2 en el marcador y maquillaba una triste imagen por parte de los suyos.
Más allá del resultado, que no deja de ser 3 puntos, las sensaciones que ambos conjuntos nos dejan son completamente diferentes. Una línea ascendente por parte del OM, que se coloca a tan solo 2 puntos de los puestos Europa League, que precisamente son propiedad actual de ASSE y OL, éste ultimo que tras perder la final de Coupe y ser apeado en los 1/4 de Europa League, deja entrever que aun puede cerrar una de las peores temporadas de los últimos tiempos para los suyos.