Todo empezó para Mou ante un equipo francés

El día 26 de Mayo es un día especial para Jose Mourinho. El entrenador portugués, avalado por ser uno de los mejores entrenadores del mundo, posiblemente no sería lo que es hoy si no hubiese ganado su partido correspondiente de aquel día, que enfrentaba al FC Porto y al AS Mónaco de Didier Deschamps.

Mou ya había ganado la Europa League un año antes ante el Celtic de Glasgow en una final memorable en el estadio de La Cartuja, pero al técnico portugués le faltaba un anillo que completara su exitosa e inigualable trayectoria en Portugal. Llegaba a la final entre dudas, tras haber derrotado al Deportivo de la Coruña -Al que el Mónaco le había ganado por 8-3 en la fase de grupos- con un penalti inexistente en Riazor y pidiendo la hora en prácticamente toda la eliminatoria.

El Mónaco por su parte, llegaba a la cita pletórico. El equipo monegasco sabía que esta final supondría posiblemente la primera y la única de su historia, y Deschamps no estaba dispuesto a desaprovecharla. El actual técnico de la selección francesa contaba con un equipo bestial, a pesar de que en liga no le estaban yendo demasiado bien las cosas. Jugadores como Morientes, Evra, Rothen, Dado Prso o Flavio Roma habían derrotado al Real Madrid de los galácticos en cuartos de final (Curiosamente, tras esta derrota, el Real Madrid estuvo ocho años sin pasar de octavos de Europa) y llegaban con la moral por las nubes.

Mourinho demostró ser el entrenador que es en precisamente lo que mejor se le da, las finales. El baño del portugués a Deschamps fue descomunal. La lesión de Giuly en el minuto 3 fue el primer contratiempo para un Mónaco que apenas inquietó a Victor Bahía en la portería durante los 90 minutos. El caso es que se proclamaba campeón de Europa y se marchaba al Chelsea.

Tras varios años sin enfrentarse a un equipo francés en Europa, Mourinho tuvo una prueba de fuego en el Real Madrid en su primer año en el equipo blanco. Se emparejó con el equipo de Rodano en octavos, quién un año antes había apeado a Pellegrini en dicha ronda, aumentando la nefasta racha del Real Madrid a ocho años sin pasar de octavos. Mourinho no sólo rompió el gafe, sino que consiguió marcar en Gerland, algo que no había hecho el Real Madrid en los cinco partidos anteriores disputados en suelo francés. Mou ganó al Lyon en la vuelta, y un año después, ganó en Gerland por 0-1 y 4-0 en el Bernabéu, por lo que su racha contra equipos franceses continúa estando intacta.

El destino ha sido caprichoso y ha vuelto a enfrentar a un equipo de Mourinho con uno francés, esta vez el multimillonario PSG de Al-Khelaïfi, que llega a un nivel muy superior que a los equipos franceses que Mourinho se ha enfrentado en toda su carrera. El portugués ha declarado que la Ligue 1 no es competitiva, y seguramente sea a raíz de sus victorias aplastantes ante los equipos Galos. La leyenda de Mou comenzó ante un equipo francés, y prosiguió hasta día de hoy.