Los Ultras vuelven al Parc des Princes

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Hoy ante el Girondins de Burdeos, los antiguos Ultras del Parc des Princes han hecho su regreso al Parc des Princes bajo el nombre de Collectif Ultras Paris (CUP). La prefectura de policía de Paris ha autorizado al PSG hacerlos regresar tras haberse reunido con Nasser Al-Khelaifi. La tribuna que alojará a los abonados de la CUP será el Virage Auteuil bajo en un primer momento.

Desde la compra del Paris Saint-Germain por Qatar Sports Investments, los dirigentes buscaron una solución para que el Parc des Princes volviese a ser más ruidoso que nunca. El único problema es que no querían contar con los ultras hasta el final de la temporada pasada. Los intentos de encorajinar a los aficionados para animar no han dado sus frutos. Incluso los tifos instalados en las gradas por el club no han valido para nada. Por tanto, habría que esperar a la final de la Coupe de France contra el Olympique de Marsella del pasado 21 de mayo (4-2) para que los dirigentes del PSG se dieran cuenta. En este encuentro, algunos ultras estuvieron presentes en las gradas y pudieron animar a su equipo como últimamente en los años pasados. Un ambiente que ha gustado al presidente del club, que ha decidido renovar el contrato con ellos por medio de la llamada CUP. Las negociaciones han durado algunos meses y los ultras se han beneficiado del apoyo de algunos jugadores como Blaise Matuidi. El presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, se presentó ante la prefectura de Paris para convencer a las autoridades de dejarlos volver, y así ha sido pero con unas condiciones.

La CUP la forman alrededor de 1500 miembros. Los líderes del grupo tendrán que elegir alrededor de 100 personas por partido, enviar los nombres al club y a la policía. Los poderes públicos validarán la lista. Todos no podrán ser aceptados, serán puestos a prueba y deberán firma una carta de buena conducta.

Tras la disolución de las asociaciones de hinchas debido al plan Leproux en 2010, los Ultras habían sido excluidos de las gradas del Parc des Princes debido a las continuas violencias entre los aficionados de los Virages Auteuil y Boulogne. Tras esta decisión, el estadio sonaba a hueco, a pesar del profundo rechazo de jugadores y dirigentes que no cesaban de reclamar los cánticos a los aficionados parisinos.