Buenas sensaciones sin premio

Foto vía realmadridplay.es
Se adelantaron los Reyes en Doha dejándonos este PSG-Real Madrid. Fue un buen partido, aunque dejó detalles sosos en la segunda parte. Tanto Carlo Ancelotti como Laurent Blanc salieron con todo en busca de dar espectáculo al público qatarí. No se perdió nadie la fiesta. Ni siquiera Raúl, que aprovechó el stage del conjunto blanco para reencontrarse con viejos amigos y saludar a sus ex-compañeros. También se han dejado ver numerosos tenistas de gran prestigio en dicho encuentro al estar disputándose el Torneo de Doha de tenis. El gran ausente fue Rafa Nadal, seguidor acérrimo del Madrid, que no pudo verlo al haber jugado esta mañana ante Ernest Gulbis.
El morbo lo ponían Cristiano e Ibrahimovic. Todos estaban pendientes de los monstruos del gol. Ha sido muy aclamado el jugador portugués cada vez que disparaba a puerta o tocaba un balón, mientras tanto Al Khelaifi, que tanteó al futbolista de Madeira hace meses, sonreía en el palco cuando el público aclamaba. Ancelotti salió con bastantes canteranos que dejaron buen sabor de boca en el primer tiempo. Casado, Jesé, Nacho, Morata y José Rodríguez mostraron bastantes detalles durante el tiempo que estuvieron sobre el césped. En el PSG, Blanc no quiso especular y dejó los cambios y a los chicos de la cantera para el segundo acto. Cavani e Ibra crearon el peligro parisino, dando el sueco una auténtica lección. El charrúa tuvo la más clara en un mano a mano que le sacó Diego López y no dio opción al 1-0. El Madrid mientras tanto respondía a la contra, como le gusta. En el minuto 17 llegó el tanto de Jesé, que recibió un buen pase de Morata y puso el 0-1 en el marcador.

En el descanso las substituciones fueron protagonistas. Ancelotti cambió su once casi por completo y debutó el joven Jaime Romero, ex del Granada, actual jugador del Castilla. Blanc dio entrada a Marquinhos, Maxwell y Moura y posteriormente entrarían Rabiot, Ménez, Pastore, Ongenda, Coman y Camará. Rabiot, que va a más en cada partido, suplió a Motta de manera fantástica. Benzema tuvo una muy clara para el Madrid que se estrelló en el larguero. Gran movimiento del francés tras una magnífica acción previa de Modric. En el PSG, como tantas veces, el jugador más afilado e interesante fue Ibrahimovic. El sueco lleva el control absolutamente de todo. El cuerpo le beneficia mucho, 196cm de altura, pero también le perjudica, porque le hace verse superior al resto de los mortales, y desde ahí nace una cierta arrogancia que también afecta a su juego. Hoy volvió a ocurrir. Dejó media docena de detalles exquisitos (cola de vaca incluida) y algún que otro gesto de futbolista sobrado. Y poco más, la segunda mitad dejó un partido a menos ritmo y que no movió el 0-1 del marcador. Ambos se marchan a preparar ya sus partidos de Copa (PSG) y de Liga (R.Madrid) ante Brest y Celta, respectivamente.