¿Cómo juega Diego Carlos, nuevo fichaje del Sevilla?

Diego Carlos Nantes

El Sevilla ha oficializado la compra de Diego Carlos procedente del Nantes. Una venta que supone al club canari una suma de aproximadamente 15 millones de euros, bonus aparte, es decir, lo que supone ser la venta más cara del conjunto que dirige en los despachos Waldemar Kita. No obstante, el traspaso de Emiliano Sala, actualmente en proceso judicial tras el fallecimiento del jugador, superó esta cifra.

Diego Carlos llegó al Nantes en 2016 procedente del Estoril y se pagaron cerca de dos millones por su traspsaso. Es un defensa central brasileño de 26 años que mide 1.86 m y que es un auténtico ídolo de la afición canari. En total ha disputado 108 encuentros en todas las competiciones francesas donde únicamente ha anotado cuatro goles. Es un jugador que va muy bien al choque, contundente en el balón aéreo y rápido en sus decisiones. No tiene miedo a la hora de lanzarse a por el balón por bajo, a pesar de que muchas veces llega al límite, lo que le hace un futbolista que recibe habitualmente amonestaciones. Esta temporada ha sido uno de los pilares de su equipo, siendo el segundo jugador que más partidos ha disputado con 35, solo por detrás de Rongier, con uno más. Otro futbolista que también sigue de cerca el Sevilla. Por tanto, el club hispalenses sigue buscando jugadores relacionados con el fútbol francés debido a Monchi, quien encuentra en Francia una verdadera ganga.

La famosa jugada con Chapron marcará la carrera de Diego Carlos

En un Nantes-PSG en enero de 2018, el brasileño zancadilleó sin querer al colegiado del encuentro Tony Chapron. Este sin pensárselo , le devolvió la patada y decidió expulsarle ante la mirada atónita de todos los jugadores. «Soy consciente de haber cometido un error enorme. No he medido todavía las consecuencias pero sé que van a ser dramáticas para mi carrera, es lo que se va a recordar de mí. Habré arbitrado 1.500 partidos en mi carrer pero solo se recordará por esta acción. Una fracción de segundo, un reflexión idiota, pero humana, que llevaré como una cruz», manifestaba el árbitro el año pasado. Sin duda, una jugada cómica.