Sólo un equipo en toda Francia tiene el honor de llevar la insignia de una estrella -que representa los 10 campeonatos de liga ganados-, y ese es el Saint-Étienne. Sus años de gloria quedan ya muy atrás pero los recuerdos de la época dorada son imborrables. Uno de esos, muy grato, es el de ver con la camiseta verde a uno de los mejores jugadores de la historia: Michel Platini.

En 1978 al finalizar una mala temporada en la que no obtuvo ningún título y había sido eliminado en primera ronda de la Recopa de Europa frente al Manchester United, el Saint-Étienne comenzó una renovación en la plantilla luego de varios éxitos, y para ello contrató a jugadores como el holandés Jonny Rep, proveniente del Bastía, con dos finales de Copa del Mundo a cuestas, y a la joven promesa del fútbol galo, el 10 del Nancy, Michel Platini.

Ambos refuerzos tuvieron un éxito inmediato y sumados al  Ángel Verde, Dominique Rocheteau, el equipo mejoró su producción mostrando un fútbol ofensivo y basado en el control del balón que lo llevó a terminar en la tercera posición con 77 puntos detrás del campeón, el Racing Strasbourg, y del Nantes, clasificando para la Copa de la UEFA.

Apuntaron los cañones a la conquista de Europa, y eso lo sabía Platini, que lideró al equipo en varios partidos y remontadas históricas;  como la goleada al PSV Eindhoven de Holanda por la segunda ronda. En el Philips Stadium Les Verts fueron derrotados por 2 a 0, pero el 7 de noviembre de 1979 el Geoffroy-Guichard vivió una de las noches más increíbles de su historia: en tan solo cinco minutos los de  Robert Herbin lograron dar vuelta a la eliminatoria con goles de Jean-Fracois Larios, Michel Platini y Jacques Santini. El segundo tiempo sirvió para lograr un resultado tenístico con un golazo de Platini de tiro libre, al palo del arquero, y luego Laurent Roussey y Johnny Rep, de penal.

Aris Salónica de Grecia no fue rival y avanzaron a cuartos de final con un contundente 7 a 4 en el global. Borussia Moenchengladbach, dirigido por Jupp Heynckes, cortó la ilusión verde al golear 1 a  4 en Francia y revalidar el triunfo por 2 a 1 en Alemania.  Sólo quedaba el torneo doméstico y Saint-Étienne fue nuevamente tercero, con 54 puntos al igual que Sochaux y tan solo tres de Nantes.

Platini y Rep convirtieron 31 de los 73 goles del equipo, lo que dejó a las claras que ellos eran las figuras, opacando a Rocheteau (que tras perder la titularidad decidió marcharse al Paris Saint-Germain). La temporada 80/81 sería la que terminase con cinco años de sequía, pero también la que dio comienzo a una racha negativa que aún perdura.

Ese plantel lo integraban, entre otros, Gérard JanvionPatrick BattistonJacques SantiniBernard GardonChristian Lopez,Jean Castaneda , Laurent RousseyJacques ZimakoJean-Marie Elie.

Nuevamente en la Copa de la UEFA se vivieron gestas inolvidables. La clasificación ante el KUPS de Finlandia con un doble 7 a 0 y el 0 a 5 al Hamburgo en Volkspark Stadion con tantos de Harwig en propia puerta, Larios, Zimako y doblete de Platini. Pero otra vez en cuartos de final y perdiendo 1 a 4 la idea en Francia fueron eliminados por Ipswich Town, que selló la eliminatoria con un 3 a 1 en la vuelta.

No había tiempo de lamentos ya que aún quedaban dos competiciones para luchar. La final de la Copa de Francia era frente a Bastia el 20 de junio de 1981. Louis Marcialis luego de una apilada por derecha y Roger Milla, que eludió a Castaneda, pusieron arriba al los corsos por 2 a 0. Santini de penal descontó a falta de 18 minutos pero no alcanzo y 2 a 1 fue el resultado final.

La alegría llegaría en la Liga donde con un Platini encendido, marcando 20 tantos,  los verdes pudieron obtener su décimo título liguero con 57 puntos superando a Nantes con 55. Campeón sin discusiones y  merecido premio para un grupo de jugadores que entretenía a los espectadores con su juego.

Parecía que se establecía una época, que el dominio verde en Francia iba a marcar una dinastía de varios años. La vuelta a la Copa de Europa acarreaba mucha expectativa pero el pequeño Union Berlín los eliminó en la ronda preliminar con un 3 a 1 en el global. La decepción era grande porque se esperaba más del Saint-Étienne y en especial de Platini, que ya era observado por muchos clubes poderosos del continente. Pese a la temprana eliminación el equipo se sobrepuso y volvió a llegar a la final de la Copa de Francia, donde enfrentaron al hasta en aquel entonces humilde PSG.

El encuentro fue cinematrográfico, ni a Jean Cocteu se le hubiera ocurrido un drama como el que se vivió el 15 de mayo de 1982. Nambatingue Toko abrió el marcador a los 58’; Platini lo igualaba a los 78’ para alcanzar el alargue. Allí, nuevamente Platini, elevaba el marcador a 2 a 1, pero la famosa “ley del ex” se cumpliría en la última jugada. A los 120´ Rocheteau voleaba en el punto penal para dejar de ser el Ángel Verde y caer a la tierra para celebrar la igualdad. La Copa estuvo en sus manos y se les escurrió. Rostros abatidos se veían en las caras de los jugadores verdes a la hora de la tanda de penales que fue definida  por Jean-Marc Pilorget. Platini se fue raudamente a los vestuarios, aún incrédulo, mientras los parisinos festejaban su primer título.

Platini

Igual de frustrante fue la Liga, donde finalizó, a tan solo una unidad del campeón Mónaco, con 54 puntos, luego de mandar durante gran parte de la misma.

Ese fue el final. Platini fue traspasado a la Juventus y se intentó reemplazarlo con Bernard Genghini (de Sochaux) pero no fue lo mismo, no era el mismo nivel. Así como nunca más fue del nivel de ese equipo los posteriores que jugaron en el Guichard. No hubo otro Platini, ni otra Liga para Saint-Étienne.

Por: Martín Olivé (@FmartinOlive).