Gameiro y Griezmann, los Batman y Robin de Francia

A falta del ‘Gato’ buenos son Batman y Robin. Eso pensarán todos los franceses, que recientemente han encontrado un par de sustitutos de lujo para Karim Benzema, que era quien en principio llevaría todo el peso atacante en la selección gala. Pero ocurrió lo que ocurrió con el madridista y la parcela ofensiva de Les Bleus se quedó desierta.

Antoine Griezmann hizo lo que pudo el pasado verano, que no fue poco, y Francia se quedó a las puertas de su Euro. Quedando al mismo tiempo una sensación de que sin los goles del de Macôn la selección francesa no hubiese llegado tan lejos en el torneo. Ahí es donde aparece la figura de Kévin Gameiro. Quien después de cuajar una temporada excelsa en el Sevilla, y no ser convocado por Deschamps, acabó cediendo ante la insistencia de Diego Pablo Simeone para fichar por el Atlético.

En Madrid tuvo lugar el encuentro, las primeras carreras y pelotazos entre los dos futbolistas. Dos jugadores de categoría que en el Cerro del Espino han ido conociéndose y congeniando. Puliendo sus habilidades y creando automatismos ofensivos para poder jugar de memoria. Con el paso del tiempo la relación ha ido in crescendo al igual que su rendimiento sobre el campo.

Al final la ecuación es la siguiente; Griezmann es muy bueno pero Gameiro le hace aún mejor. Porque puede parecer que no pero ambos reúnen características totalmente compatibles. Mientras uno aguanta arriba el otro cae a la espalda de los medios, la presión a los defensas se coordina, y las diagonales hacia dentro son constantes. Hoy en día los atacantes colchoneros están de dulce y eso bien lo saben en Francia.

Porque en el país vecino cada vez es mayor la sospecha de que ha aparecido la mano derecha ideal para Griezmann. Ese compañero que guíe y apoye a Antoine en el difícil proceso de capitanear el futuro del balompié francés. Alguien que le conoce, sabe de lo que es capaz de hacer y puede ayudarle desde un segundo plano. Pero que también puede tomar la delantera cuando sea preciso. Y sobre todo anotar goles para eliminar cierta presión goleadora que recaía sobre el 7 francés.

Eso es lo mejor de todo, sabemos quién es el Batman y quién es el Robin de la relación. Pero también que Robin puede enfundarse la capa y el antifaz negro en cualquier momento. Si no me creen, miren la cara de Gameiro cada vez que grita un gol.