Llevamos escasamente dos semanas de mercado y la Ligue 1 ha comenzado a globalizarse de una manera inédita. Las llegadas a los banquillos de Bielsa, Makelele y Willy Sagnol han despertado un gran interés del resto de Europa en una competición en la que siempre ha derivado la igualdad de sus respectivos equipos. El PSG se erigió como la gran amenaza para romper esta equidad, y en los dos últimos años se ha proclamado campeón de la liga con una superioridad escandalosa. Por otra parte, ya no es novedad que la prensa nos coloque a cualquier crack mundial en la capital francesa día tras día, o hora por hora, pero en el día de hoy parece que se ha cerrado el fichaje de David Luiz por unos 50 millones de euros.

El fichaje de David Luiz me provoca mucha nostalgia. El PSG fichó a Marquinhos la temporada pasada por 40 millones de euros. Un jugador que vino con la etiqueta de ser el mejor central joven de Europa pero que en pocos meses ha sucumbido a la presión y no ha tenido el protagonismo que él deseaba, pese a ser un central con un potencial exagerado. Marquinhos no pudo hacer frente al incombustible Alex, que superada la treintena ha renacido como futbolista, convirtiéndose en un pilar del conjunto parisino, a la altura de Thiago Silva o Thiago Motta, siempre por detrás de Zlatan, por supuesto. En un principio, Marquinhos llegó para ser titular, y entre otros muchos factores, aparte de su titularidad, se ha quedado sin ir al Mundial de Brasil. Es el primer aviso de que o juega más minutos en Francia, o lo va a tener complicado para seguir yendo a las convocatorias de Scolari. David Luiz es el actual central titular de la Caraninha y en caso de llegar, el PSG estaría fallando. Estaría desperdiciando 50 millones por un futbolista que tiene la cabeza como un serrín y que atesora numerosos fallos de concentración en los últimos años. Indisciplina que se compensa con su espectacular agresividad y su polivalencia para poder disputar algún partido partiendo desde la medular. El caso es que Alex se va a ir gratis al Milán y va a llegar un central inferior a su compatriota en táctica que perfectamente se habría podido cubrir con dos futbolistas jóvenes, que como todo jugador joven del PSG, está teniendo que emigrar en los últimos años ante la falta de oportunidades en el equipo de Al-Khelaïfi.

El fichaje de David Luiz me provoca también rabia. Rabia no en el sentido de estar enfadado por su fichaje, que también podría ser. Rabia en el contexto de que el PSG está desperdiciando además de Marquinhos, a dos de los centrales más prometedores del fútbol francés. El primero es Antoine Conte -No confundir con el entrenador de la Juventus- que, tras haberse ya coronado en las inferiores francesas, buscó su sitio en el PSG antes de la llegada de Marquinhos. Blanc fichó al brasileño y el PSG, al no querer perder a su defensa, lo cedió una temporada al Stade Reims, con un más que notable resultado. La velocidad y la espectacular potencia de Conte lo han colocado en una posición privilegiada en la Ligue 1, siendo ya considerado uno de los diez mejores defensas jóvenes de Europa. El PSG lo quiso renovar hace semanas, pero él, consciente de que no puede seguir en París ante la falta de oportunidades, rechazó, y ahora volverá a Reims otra temporada más para explotar definitivamente como futbolista. Conte no triunfará en el PSG por el dinero, y es una lástima, porque probablemente estemos hablando de un futurible central para la selección francesa, junto a Laporte, Umtiti o Kurt Zouma.

Un poco más ‘veterano’ que Conte es Loïk Landré. Es el absoluto mariscal de la selección sub21 francesa y el PSG, ante la avalancha de fichajes en defensa y su dineral gastado en Marquinhos la temporada pasada, también se vio obligado a cederlo, esta vez al Lens, con el que ha sido considerado el mejor central joven del campeonato. Landré es un perfil mucho más conservador que Conte. Es una especie de Marquinhos agresiva que exprime al rival hasta que se ahoga. A sus 22 años, está viviendo el mejor momento de su carrera y ha vuelto a París con ganas de demostrar que puede tener un sitio como hipotético cuarto central de la plantilla. ¿Qué hizo el PSG ante esto? Ficha a David Luiz. Fichar. Gastar. 50 Millones. Y además, renueva a Camará, a sus 35 años por una temporada más. Landré, como Conte, no cumplirá su sueño de triunfar en la capital de la Galia, donde lleva desde los 10 años. Pero no sólo en defensa el PSG perderá a sus estrellas de su productiva cantera. Rabiot, Coman y Ongenda serán los siguientes en abandonar el equipo dirigido por Laurent Blanc.