Otra vez, y van cuatro en las últimas cinco ediciones de la Champions League, que el FC Barcelona se cruza en el camino del PSG hacia la final. Esta será la primera vez que se enfrenten en los octavos de final (las cuatro temporadas anteriores era imposible que se encontrasen hasta cuartos, cosa que ocurrió en dos de ellas). Además, hay que sumar la fase de grupos de la temporada 14/15, año en el que los sorteos los juntaron las dos veces en las que fue posible.

Es decir, en estos últimos cinco años han estado en bombos distintos en 9 ocasiones, y casi en la mitad de ellas se han tenido que ver las caras. Tirando de matemática, en un sorteo de cuartos de final cada equipo tiene un 14.3% de posibilidades de enfrentarse al resto. Que esa opción se haya dado en dos de las cuatro ocasiones que han estado en esa ronda es cuanto menos sospechoso. Pero es que además las dos veces que en cuartos los parisinos han evitado al Barcelona sus rivales han sido Chelsea y City, otros dos ‘cocos’. Además, hay que sumar otros octavos de final duros contra el propio Chelsea.

En el sorteo de esta mañana las probabilidades de un cruce con el cuadro catalán eran algo más altas, en torno al 20%, aunque la realidad es que la estadística importa poco cuando tienes la sensación de que la suerte no lo es todo en estos sorteos. Como hemos dicho antes con los azulgrana la historia es recurrente, pero ya son demasiados años con sorteos desfavorables a la primera ocasión.

Sin ir más lejos, la única temporada en la que el Real Madrid estuvo en el bombo 2 la mano inocente de turno lo envió al grupo del PSG. No sabemos si es porque no interesa que el cuadro capitalino llegue demasiado lejos o es que un enfrentamiento del PSG contra otro equipo potente vende mucho, pero ya está bien. Una vez más, el sueño de la Champions pasar por el Camp Nou, pasa por eliminar a un Barcelona al que solo se le ha ganado en uno de los seis enfrentamientos que preceden, sumando dos empates y tres derrotas.