Saint Étienne 1-1 Inter: empate tras empate en Europa

El Saint Étienne se ha abonado al empate en la Europa League. El equipo verde todavía no conoce la victoria en Europa en seis partidos que ha disputado, incluida la previa en la que no conseguiría tampoco la victoria. Hoy, ante un Inter que fue de más a menos, Les Verts quisieron ir a por ese anhelado triunfo que pudo producirse en el tramo final del encuentro.

Galtier esta vez, no quiso hacer demasiadas rotaciones para el partido más importante del grupo. El técnico francés salió a por el encuentro y se amoldó al once de Mazzarri, que utiliza dos carrileros largos y tres centrales. El Saint Étienne fue un 4-3-3 en transición ofensiva con Tabanou de extremo y en defensa, fue el ex del Toulouse quien haría las veces de lateral para mandar a Pogba como tercer central. El esquema en parte se entiende como una medida para frenar las internadas de Mbaye y Dodo, pero a la hora de cerrar por dentro es cuando se complica la cosa.

Mazzarri fue mucho más listo que Galtier en la primera mitad. Encontró los espacios por dentro con Kovacic-Kuzmanovic, quienes generarían la mayoría del peligro del Inter en la primera parte. Eso, unido a que Palacio y el joven Bonazzoli intercambiaban posición constantemente, hacían del Inter un equipo muy peligroso por dentro. Galtier además, al tener dos carrileros que nunca han actuado como tal, sufría en las transiciones defensivas por banda. Kuzmanovic primero, y Palacio segundo, encontraron mucho espacio en las bandas y generaron ocasiones de gol claras en el primer tramo del partido. Ruffier también ocupó protagonismo en el partido. Pese a que Didier Deschamps no lo ha llamado para enfrentarse a Albania y Suecia, el portero del Saint Étienne sigue demostrando que es uno de los porteros más en forma de Europa. En 13 minutos sacó todos los balones que le vinieron a bocajarro y antes del gol, le sacó a Palacio una mano espectacular, de esas que si el rechace de Dodo no hubiera acabado en gol –rompiendo una racha de 303 minutos sin encajar gol del Saint Étienne en la Europa League, récord de la competición esta temporada-, se hubiera recordado durante mucho tiempo. El ASSE vive mucho de Ruffier y eso no es bueno. Mazzarri le había dado un baño táctico a Galtier en 30 minutos y tuvo tiempo todavía de poder aumentar el marcador. Lo mejor para los locales fue el descanso. Ningún disparo a puerta -en parte por el gran partido de Andreolli, Vidic y Juan como centrales- y ni una transición ofensiva rápida. El partido del sábado ante el Lille estaba haciendo daño a los galos, que en la segunda parte reaccionarían de una forma abrumadora.

La segunda parte pareció un cambio de cromos. El Saint Étienne salió a comerse al Inter y a los italianos, que llegaban al partido entre muchas dudas y con muchos suplentes en su alineación, les llegó inesperada la gran reacción local. Bayal Sall, un central que a pesar de ser lento y muy poco técnico se deja la vida en cada partido, empató el encuentro. Fueron 320 minutos consecutivos sin ver un gol del Saint Étienne en la Europa League y precisamente es un central quien rompe dicha racha negativa. Bendito fútbol. A raíz del gol, el Inter desapareció del encuentro y el Saint Étienne se fue a por él, aunque Galtier no entendió el partido así. El cambio Diomande-Erding evidenció que el técnico francés prefería el empate a un correcalles. El empate dejaba con opciones a los de Loira de entrar en la siguiente ronda mientras que la derrota le dejaba como último de grupo antes de afrontar los próximos encuentros. Ingresaría después Ricky Van Wolfswinkel, al que ya muchos ni le esperan. El holandés lleva un gol en lo que llevamos de temporada y con la poca intensidad con la que sale a los partidos algunos ya ni se preguntan porque no es titular, aunque Erding tampoco está bien. El Inter por su parte, no quiso emular a Galtier y salió a por el partido. Joel Obi le dio más velocidad a los italianos en ataque, haciendo sufrir a un Caterine que como carrillero estuvo inadvertido. Por su parte, Osvaldo también entraría a pocos minutos de acabar el encuentro aunque su aportación en el partido fue extinta. A pesar de que tras el gol, el partido empeoró bastante, el Saint Étienne gozaría de la ocasión más clara de la segunda mitad. Tabanou se quedó sólo ante Carrizo e incomprensiblemente, le lanzó la pelota a los pies, buscando el caño que tanto daño hace a los porteros. Fue el final de un partido que beneficia mucho más al Inter que al ASSE, que es segundo de grupo, pero que está empatado a puntos con Dnipro y Qarabag, equipos con los que se jugará el pase a dieciseisavos de la Europa League. Para estar allí, hay que ganar al menos un partido, y Les Verts de momento llevan cero de cuatro.