Salen a la luz las investigaciones sobre el accidente de Emiliano Sala

Este lunes han salido a la luz nuevas revelaciones acerca del accidente de Emiliano Sala. El gabinete de investigación británico sobre accidente aéreos ha informado que el avión que transportaba al futbolista argentino no estaba autorizado a operar en vuelos comerciales. El aparato registrado en los Estados Unidos no tenía ninguna muestra que esa autorización hubiese sido reclamada o acordada.

En relación, a la forma sobre la cual Emiliano Sala fue transportada todavía no ha sido establecida. Al parecer, David Ibbotson, el piloto, había ya llevado a otros pasajero mediante la forma de gastos compartidos, autorizados por el reglamento. Las regulaciones de los EE. UU. exigen que el piloto «no pague menos» que la parte de los gastos establecida «prorrateada» del número de personas a bordo, es decir, en este caso al menos la mitad de los gastos ocasionados ​​por el vuelo. En todo caso, la AAIB recuerda que el piloto y Emiliano Sala debían compartir un objetivo común para el vuelo. Es decir, el vuelo no debía haberse hecho con el único objetivo de transportar al pasajero.

Las investigaciones concluyen que David Ibbotson disponía de una licencia de piloto establecida por la agencia europea de la seguridad aérea. Esta licencia no contiene la autorización para volar de noche pero la AAIB no está capacitada para afirmar si el piloto disponía de esta autorización. Probablemente, la licencia y el registro del piloto se habrían perdido en el accidente. Cabe recordar que el avión no pudo ser rescatado y se encuentra a 67 metros de profundidad.

¿Qué maniobras hizo el avión antes del accidente?

Antes del trágico suceso, el avión pasó de 4.400 pies a 3.900 en apenas un minuto, y en 20 segundos llegó hasta los 2.300. Estos datos son los registrados por el radar. En relación a la meteorología apenas se han podido sacar datos en claro. Destacar también que el aparato no tenía caja negra.