Zinedine Zidane, la timidez de un héroe

Aquella volea en la final de Glasgow ante el Bayer Leverkusen elevó a Zinedine Zidane al elenco de los mitos del Real Madrid. Ahora como inesperado entrenador tiene que llevar a sus jugadores en volandas hacia la conquista de su segunda Liga de Campeones consecutiva. Un hito histórico que ningún técnico ni ningún equipo ha realizado en la era moderna del torneo continental. Si bien, era muy normal en los inicios de la competición, que los clubes reinasen en Europa un años tras otro, como el propio Real Madrid con sus cinco consecutivas, o el Bayern Munich con sus tres en la década de los 70.

A día de hoy, la gran competencia entre los clubes europeos se hace feroz e imposibilita que este registro se haya repetido en cerca de 25 años. Pero si algún equipo es capaz de ello es el Real Madrid, el Real Madrid de Zidane, que sin hacer ruido ha sido capaz de repetir final tras el título conseguido el año pasado ante el Atlético de Madrid. Ése es el primer paso, y esta noche ante la Juventus toca volver a levantar la orejona.

Los más entendidos del lugar decían que les daba pavor ver entrenar a Zidane en el Real Madrid, ya que consideraban que su paso por el Castilla no había sido tan glorioso como para darle la iniciativa de un gran proyecto. No obstante, la apuesta de Florentino Pérez tras la destitución de Rafa Benítez fue de cara o cruz. O salía bien o salía mal, y un mito del Madrid caería en el ostracismo. Todo lo contrario.

Para muchos Zizou no es un buen entrenador, no les gusta como hace jugar al equipo blanco, pero porque quizás todavía vivimos pensando en el gran Barça de Pep Guardiola que tanto daño hizo al Madrid o en cómo jugaba la selección española de Luis Aragonés o Vicente del Bosque. Olvídense, en este caso lo que verdaderamente importa, es que ZZ y sus alumnos vuelven a jugar la final de la Liga de Campeones haciendo un fútbol «poco vistoso» y siendo criticado por no alinear a Isco en lugar de Bale. Zidane siempre sale criticado. Pero su sonrisa tímida y su carácter afable hace que de pronto desaparezcan los cabreos de los aficionados, y recuerden quién fue, y qué le dio, al conjunto blanco en sus cinco temporadas como jugador y ahora en sus dos como entrenador.

Vivir en el Real Madrid con la duda de si vas a seguir o no el año que viene, no es nada sencillo. Sino que se lo digan a Carlo Ancelotti. Ser el héroe de la Novena no te permite estar postrado en un banquillo durante toda la vida. Que quizás es lo que debería hacer Florentino Pérez, nombran a Zizou entrenador eterno de este equipo. Lógicamente todo toca a su fin, y llegará el día en el que el mito se convierta en leyenda de los banquillos y vuelva a llevar a Francia a levantar una Copa del Mundo. Lo va a hacer, sin duda alguna. Zidane sirve para entrenar un equipo ganador, gracias a su motivación. No vale para sacar a un equipo cualquiera del descenso. Hay técnicos que solo funcionan con los mejores equipos y donde tienen un nexo emocional. La ambición de hacer ganar al club de tu vida sobrepasa los límites de los sentimientos. Seguro que podría hacer regresar al Cannes a la Ligue1, al Girondins de Burdeos a ganar la liga francesa, a la Juventus a ganar una Liga de Campeones. Aquellos lugares donde creció como jugador hacen que el marsellés quiera agradecerles de alguna manera el hecho de convertirle en el mejor jugador del mundo.

Hoy vuelve a rodar la pelota en Cardiff. Zizou disfruta y sonríe, porque la gloria ya la tienes. Y parafraseando a Mahatma Gandhi: «Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos»